Suele ocurrir que cuando un equipo está manteniendo un nivel muy bajo y le toca enfrentar a otro que exhibe cierta regularidad, lo hace con una carga emocional extra, respondiendo de manera diferente a lo habitual. Eso sucedió ayer con River, que recibió a Estudiantes, último campeón, y demostró un rendimiento que nada tenía que ver con el que venía sosteniendo. Después de mucho tiempo volvió a ser superior a su adversario, pero igualmente no le alcanzó para quedarse con al menos un punto. La derrota lo dejó casi al margen de la lucha por el título, y ahora los de La Plata son los que parecen más dispuestos a inquietar a San Lorenzo en la recta final del campeonato.

El gol de Ezequiel Maggiolo en tiempo de descuento fue el premio para un equipo que no había hecho mejor las cosas, pero tuvo mayor decisión para buscar la victoria. A partir de que San Lorenzo había ganado el sábado en Rosario, el empate perjudicaba a ambos, y obtener los tres puntos era lo único que los podía conservar con expectativas. River fue el que primero sintió la sensación del éxito, pero el árbitro asistente Ariel Bustos le anuló el gol a Marco Ruben por una posición adelantada que no fue tal, cuando el partido llegaba a su fin. Y finalmente fue Estudiantes, en el tercer minuto de descuento, a través de un cabezazo del ingresado Maggiolo, quien conectó un envío de Verón desde la derecha.

Todo lo que transcurrió antes tuvo a River como el principal protagonista, a pesar de que jugó todo el segundo tiempo con un hombre menos por la expulsión de Ariel Ortega a los 50 segundos. El jujeño, que se estaba destacando entre tanta mediocridad, tocó la pelota con la mano en el área rival con la intención de que le cobraran un penal, pero el árbitro Rafael Furchi vio con claridad la reacción de Ortega, que ya estaba amonestado.

El conjunto local tuvo en el primer tiempo siete oportunidades claras para ponerse en ventaja. Sin embargo, la falta de precisión en el último toque y las buenas intervenciones del arquero Andújar se lo impidieron. Como Verón no podía controlar la pelota en la mitad de la cancha, River tenía el dominio de esa zona a partir de la actuación de Lima. Cuando éste se juntaba con Zapata por la izquierda, el equipo construía las mejores acciones. En ese período, Estudiantes respondió apenas con una llegada de Calderón, que remató luego de un rebote y la pelota dio en la parte exterior del palo derecho de Carrizo.

Aquella expulsión de Ortega modificó los esquemas en el segundo tiempo. Diego Simeone decidió el ingreso de Benítez para que pudieran adueñarse de la pelota, y así el equipo defendió con tres hombres. Luego, los delanteros Lugüercio y Maggiolo entraron por dos mediocampistas, y Verón quedó como volante central. Esa intención que ofreció el entrenador visitante no se reflejó del otro lado, donde sólo Ruben tuvo participación en ataque, por el lesionado Falcao.

Y cuando parecía que ninguno podía sacar diferencia, Estudiantes fue el que terminó con una sonrisa por más coraje que fútbol, para continuar con la ilusión de defender la corona. Mientras tanto, River se alejó más de la cima y quedó con la sensación de que no conseguirá su objetivo.

Estadio: River.

Arbitro: Rafael Furchi.

Gol: 90m, Maggiolo (E).

Cambios: 54m Benítez (6) por Alvarez (E), 58m F. Domínguez (5) por Rivas (R) y Lugüercio (5) por Saucedo (E), 73m Maggiolo por Patti (E), 84m Ruben por Falcao (R), 90m Villagra por Lima (R).

Incidencia: 46m, expulsado Ortega (R).

Recaudación: 372.596 pesos.