Lunes, 29 de octubre de 2007 | Hoy
FúTBOL › LA SUCESION DE MAURICIO MACRI COMO PRESIDENTE DE BOCA ENCONTRO OBSTACULOS INESPERADOS
La salida del ingeniero no es lo perfecta que pretendía. No apoyar a Grondona lo distanció de Pompilio, que todavía no puede garantizar su candidatura. Para colmo, la oposición crece con Digón y la promesa de Bianchi como alternativa, sobre todo si el hombre de Macri finalmente es Salvestrini.
Por Gustavo Veiga
“Los reyes son felices en muchas cosas, pero principalmente en esto: pueden decir y hacer lo que les plazca.”
Sófocles
Un portazo donde a menudo dominó el silencio suena más estruendoso. Lo dio Pedro Pompilio porque Mauricio Macri quiso armarle la lista que encabezaría en las elecciones del 2 de diciembre y él no entendió que el poder, en Boca, aún lo detenta el ingeniero. Esa es la principal debilidad –pero no la única– del candidato oficialista, que todavía ni siquiera sabe si podrá presentarse al comicio, ya que un socio apeló el fallo judicial que lo habilitaba a ir por la presidencia. Los dos hechos resultan claves para entender una campaña electoral donde la oposición, por primera vez en doce años, tiene chances concretas de acabar con el rey y los príncipes que se disputan su trono. Roberto Digón encabeza a los sectores críticos del macrismo y su sola promesa de contratar a Carlos Bianchi estimula al socio que, en un club de fútbol, por lo general determina su voto por los éxitos deportivos.
A diferencia de diciembre de 2003, en que el actual presidente materializó su re-reelección en Boca gracias a un discutible fallo de la Sala K de la Cámara Civil porteña, esta vez Macri se va para no volver y la continuidad en el gobierno es un problema de Pompilio, su vicepresidente 1º. Hace cuatro años, además, a Digón le habían impugnado su lista y no pudo presentarse a las elecciones. Hoy, el escenario político está montado al revés. La oposición ya se unió detrás de un candidato y el oficialismo aún no lo tiene.
El hombre que pretende suceder al líder del Pro, quien en diciembre asumirá la Jefatura de Gobierno porteña, se aferra a un fallo del Juzgado Civil Nº 47, a cargo del doctor Horacio Maderna Echegaray, que una fuente especializada de la Inspección General de Justicia (IGJ) considera “muy poco fundado”. Asimismo, Andrés Gil Domínguez, el abogado constitucionalista que representa a Digón, calificó la decisión judicial que habilita a Pompilio por un nuevo mandato como “una interpretación irrazonable y arbitraria del estatuto del club”, ya que “soslaya cuarenta años de la Corte Suprema y su jurisprudencia en la materia”.
Se basa para afirmarlo en la reforma estatutaria aprobada en 1999, refrendada por la Resolución 835 de la IGJ correspondiente al 11 de agosto de ese año, que estableció expresamente en el artículo 60: “La Comisión Directiva se compondrá de dieciocho (18) miembros titulares y doce (12) suplentes. Los cargos de presidente y vicepresidente 1º se elegirán en los comicios en forma directa, pudiendo ser reelectos por un solo período consecutivo...”. A su vez, el artículo 49, inciso h, establece que para integrar cualquiera de los órganos institucionales del club, sus miembros “con excepción del presidente y vicepresidente 1º (artículo 60) pueden ser reelectos”.
El socio que apeló el fallo de Maderna Echegaray es el propio Gil Domínguez, quien estima que la Cámara Civil no llegaría a expedirse antes de la fecha fijada para el cierre de listas: el 14 de noviembre. Por ende, la candidatura de Pompilio carece del respaldo de una sentencia firme, y a partir de ahí comienzan a terciar otras variables que dividen al oficialismo. Por eso, en las dos principales agrupaciones opositoras, Nuevo Boca (de Digón) y La Bombonera (de Pablo Abbátangelo), se frotan las manos.
Ser opositor en Boca durante la hegemonía del ingeniero Macri, robustecida por los títulos internacionales, significó sufrir querellas judiciales, sanciones estatutarias, trabas formales para postularse, como los discriminatorios avales, y hasta tolerar el escarnio público en asambleas oficialistas mayoritarias. Quienes ahora se unieron para enfrentar a Pompilio, su atribulado sucesor y también vicepresidente 2º de la AFA y miembro de la Subcomisión de Estadios y Seguridad de la FIFA, soportaron aquellas formas de persecución. Abbátangelo tuvo que contratar abogados penalistas para defenderse de demandas en la Justicia y Digón no pudo ingresar al estadio porque lo suspendieron en su condición de socio por criticar a la comisión directiva.
El ex sindicalista tabacalero y actual director del Banco Provincia será el candidato a presidente. Entre quienes lo acompañarán en la fórmula, se descuenta que habrá un integrante de La Bombonera, cuyos referentes son el propio Abbátangelo y el contador Claudio Giardino. Tampoco habría que descartar al ex secretario de Deporte menemista, Fernando Galmarini, quien por estos días participa en la campaña fogoneando las aspiraciones electorales de Digón. Este les confesó a sus allegados que con 6000 votos estaría en condiciones de ganar el comicio, ya liberado de la sanción que la actual conducción le aplicó para mantenerlo al margen de la política interna.
En esta alianza nunca tuvo cabida el gremialista del SUPE Juan Carlos Crespi, de Alternativa Boquense, quien jugó a ser opositor durante este año, pero terminó negociando su retorno al oficialismo. A cambio, le habrían prometido un cargo de vocal titular, otro de vocal suplente y quince lugares en la asamblea de representantes. Una cosecha magra que, hasta en sus propias filas, es cuestionada. Otro que volvió al redil es Marcelo London, de Resurgimiento Boquense, después de haber mantenido diferencias con Macri en los últimos tiempos.
El resto de las agrupaciones que se encolumnan detrás de Pompilio son Dale Boca, de Gregorio Zidar; Por un Boca Mejor, de Emilio Nana; Arriba Boca, de Jorge Bittar; Azul y Oro, de Alejandro Vaccaro; Boca La Causa, de Julio Lajst; Xeneizes por Siempre Boca, de José Requejo; Agrupación Boquense, de Néstor Bosio; y Superboca, de Edgardo Alifraco, que cuenta en sus filas con Orlando Salvestrini, el directivo que más seduce al ingeniero para reemplazar a Pompilio como candidato a presidente si éste no puede superar la impugnación que recibió su postulación.
“Si lo llevan al frente de la fórmula, será más fácil para nosotros. Con apenas recordar aquella imagen de Chicho Serna con una camiseta que decía ‘Salvestrini al psicólogo’, lo matás”, confesó uno de los opositores. A Macri parece importarle muy poco este antecedente que tomaría en cuenta cualquier socio futbolero. Y lo que intenta es modelar una lista en la que abunden sus incondicionales: Rómulo Zemborain, Alejandro Blaquier, José Etala, Ricardo Wilmot y Carlos Ben, entre otros. “Hay tironeo en el cierre de listas, algunos quieren entrar y otros no pueden. Queremos acomodar a todos para que continúen en un proyecto fantástico que llevamos adelante. Me pidieron que me ocupe de armar la lista del oficialismo y yo apoyo a Pompilio”, comentó el ingeniero en el programa que conduce Fernando Niembro por Radio La Red.
Contra ese declamado respaldo impactó un torpedo bajo la línea de flotación el 19 de octubre pasado. Macri envió una nota a la AFA como presidente del club en la que no avalaba la reelección de Julio Grondona por un octavo mandato. Pompilio, quien durante una cena en el restaurante El Mangrullo había dado vivas a Don Julio cuando arreciaban las críticas contra su continuidad, se sintió tocado. Ese gesto lo descolocó ante su otro padrino político y le provocó un dolor de cabeza semejante al que le causó la idea de colocar a Salvestrini en lo alto de su lista.
En Boca, la medicina de la ingratitud ya la probaron varios dirigentes que creyeron gozar de las simpatías del ingeniero. El candidato que sigue en pie gracias a un fallo que ignora al estatuto xeneize debería saber que Macri descarta todo lo que no es funcional a su proyecto. Incluidas las presencias que se tornan incómodas cuando está en campaña.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.