Independiente estuvo más cerca de ganar, pero desperdició la chance de festejar el título del Pentagonal al igualar 0-0 con Racing, en un partido tan aburrido y flojo como el que protagonizaron en el Apertura que finalizó con silbidos de parte de las dos hinchadas. Ahora, el equipo de Pedro Troglio necesita que River no derrote mañana a San Lorenzo para quedarse con el torneo.

Los dos salieron con sus ideas claras, más pendientes de neutralizar a su adversario que en tratar de generar peligro. Por eso, el encuentro tuvo un trámite enredado, con poca claridad y casi sin situaciones de peligro frente a los arcos. La única diferencia entre ambos estaba en las individualidades. Como Independiente contaba con Denis y Montenegro, sus chances de generar riesgo siempre estaban latentes. Con la inspiración de su conductor y con la potencia de su goleador, el equipo de Troglio logró romper la monotonía del trámite, con dos llegadas clarísimas. La primera terminó con un derechazo de Fredes que rozó el travesaño y la otra no fue gol porque el toque de Sosa por encima de Navarro fue demasiado suave y permitió la recuperación de Cáceres.

Racing aparecía desconectado. Las dos líneas de cuatro que dispuso Micó le otorgaban cierta garantía en la zona defensiva, pero le quitaban toda posibilidad de armar juego, sobre todo por lo apagados que lucían Méndez y Fileppi. Por eso, la única alternativa para atacar estaba limitada a pelotazos a dividir para Sava, fórmula que funcionó sólo una vez y terminó con una media vuelta de Navia que controló bien Assmann. Por el contrario, pese al trámite parejo, por el peso de sus individualidades, Independiente arrimó más peligro, como una volea de Montenegro que controló Navarro o una entrada de Sosa que también terminó en las manos del arquero.

La única diferencia en el desarrollo respecto de la primera mitad fue la aparición en escena de Navia. Con un cabezazo y derechazo cruzado, el chileno, al menos, inquietó a Assmann. Igual, Independiente siempre lucía más armónico gracias a su tridente ofensivo. Una combinación entre ellos casi termina en gol, pero el cabezazo bombeado de Montenegro se fue por arriba. Aunque la ocasión más clara llegó con pelota detenida, con un cabezazo de Gioda que tapó Navarro de manera notable.

A medida que corrían los minutos, los dos se fueron conformando con el empate. Así, el encuentro resultó más aburrido todavía, casi tanto como el del último Apertura. Y por eso los silbidos del final.

Estadio: Islas Malvinas.

Arbitro: Saúl Laverni.

Cambios: 66m R. Díaz por Sosa (I); 73m M. Martínez por Cáceres (R) y Bonet por Méndez (R); 74m Ledesma por Calello (I); 77m Oyola por Mareque (I); 87m Cavallero por Navia (R).