FúTBOL
Las diez causas perdidas del fútbol
Se sabe que el fútbol hace rato perdió el juicio. Sin embargo, hay muchas causas –sintomáticas de la demencia futbolera– que esperan resolución. Un listado que repase los delitos mayores, las faltas adultas y las transgresiones menores resulta revelador de cómo estamos.
› Por Gustavo Veiga
1La megacausa. Se trata del expediente que tanto preocupa a Julio Grondona desde el 15 de junio de 2000, cuando lo denunció por administración fraudulenta el ex diputado Mario Das Neves. El viernes 11 serán indagados el presidente de la AFA y algunos de sus socios, parientes y amigos. La Cámara Criminal y Correccional, Sala V, determinó que el juez de Primera Instancia, Juan José Mahdjoubian, debe pronunciarse en el término de treinta días que ya están corriendo. Este tiempo procesal complicó la labor del Juzgado Nº 29 porque aún resta verificarse el papel que jugaron ciertas empresas (Dayco Holding SA, Enequis SA) en el entramado de contratos televisivos que se convirtieron en el centro de la pesquisa judicial.
2La barra de Boca. La causa 45.136 “Di Zeo y otros sobre lesiones” es aquella que se abrió el 3 de marzo de 1999 cuando un grupo de pesados de La Doce atacó en la Bombonera a hinchas de Chacarita que asistían a un partido amistoso. Ya está para ser elevada a juicio oral, aunque éste se demoró desde que Sergio Torres, el magistrado que tenía a cargo el Juzgado Nº 24, fue ascendido a juez federal. Junto a la demanda penal entablada por Daniel “Pajarito” Benedetti –el barra de Chacarita que llevó la peor parte en la emboscada– hay un reclamo a Boca en la Justicia civil que asciende a 200 mil pesos. En este expediente no hubo acuerdo –Boca ofreció un 5 por ciento de aquella suma– y continúa el período de prueba.
3Los videos de Miele. Es el otro juicio que incomoda a la cúpula de la AFA por obra y gracia de un demandado que no despierta simpatías: Fernando Miele. A él lo denunciaron por administración fraudulenta ante el doctor Mahdjoubian los ex directivos de San Lorenzo, Jorge Aldrey y Alberto Barilari. ¿El motivo? La compra de un sistema integrado de seguridad para el Nuevo Gasómetro que, el ex presidente azulgrana pagó 1.800.000 pesos, cuando hubo clubes que abonaron mucho menos. Vélez contrató un dispositivo similar, homologado por el Comité de Seguridad Deportiva, en 350 mil pesos. El juez ya indagó a Julio Grondona y a Mauricio Macri. En cambio, Miele se negó a declarar.
4Operativos inflados. Aquella denuncia contra altos jefes policiales acusados de facturar por montos mayores los operativos que realizaban en las canchas quedó en la nada. Los involucrados –dos comisarios y el jefe de seguridad de San Lorenzo, entre otros– recibieron un sobreseimiento a pedido del fiscal, y cuando ya había un fallo contrario de Primera Instancia del juez Mariano Bergés y su confirmación por parte de la Cámara del Crimen. De ese modo, se frustró la posibilidad de un juicio oral que hubiera echado luz a episodios que aún continúansospechándose.
5Quiebras por deporte. Han sido las causas que, junto a las generadas por la violencia en el fútbol, ocuparon más espacio en los medios estos últimos años. La de Racing tuvo tantas implicancias que hasta derivó en una investigación por quiebra fraudulenta y asociación ilícita en la Justicia de Lomas de Zamora. Todo indica que varios ex presidentes del club serán sometidos a juicio oral más temprano que tarde. También se les decretó la quiebra a instituciones como Temperley, Atlanta, Deportivo Español, Newell’s, Belgrano y Nueva Chicago, entre otras. En algunos casos optaron por la vía del gerenciamiento –como los cordobeses– o perdieron su sede, como el club de Villa Crespo, para pagarles a los acreedores.
6Calumnias e injurias. Ramón Díaz demandó en la Justicia civil al periodista Adrián Paenza porque le atribuyó el supuesto cobro de sumas de dinero para favorecer la contratación de futbolistas. El juicio oral estaba previsto para fines de agosto, pero tuvo que posponerse porque se enfermó una jueza. En cambio, ya se conocen algunos de los testigos que serán citados a declarar en aquella instancia: los ex jugadores Diego Maradona, Gustavo Zapata, Juan José Borrelli y Hernán Díaz; el presidente de River, José María Aguilar; y los periodistas Víctor Hugo Morales, Marcelo Longobardi y Jorge Lanata. En una causa penal instruida por el mismo motivo, el juez Mauricio Zamudio ya le dictó el sobreseimiento al director técnico.
7Amparos para jugar. La Justicia laboral ha resuelto a destajo casos vinculados con el fútbol, porque se cuentan por decenas los jugadores que elevaron amparos cuando vieron coartada su posibilidad de trabajar. Los fallos de las salas 1, 4, 5, 6, 7 y 10 del fuero impusieron el criterio de respetar el derecho que asiste a los futbolistas a la hora de jugar. Sólo una, la 3, se pronunció en contrario cuando Fernando Di Carlo, el ex jugador de Platense, apeló a la Justicia. La abrumadora mayoría de situaciones resueltas a favor de los profesionales de la pelota tornó bastante inocuas a las inhibiciones que pesan sobre los clubes.
8Una Liga contra TyC. Aunque el juicio data del 2001, tuvo su remezón más importante en julio pasado, cuando el Consejo Federal de la AFA se disponía a desafiliar a la Liga Tucumana de Fútbol por demandar a Torneos y Competencias. La medida que perjudicaba a los clubes San Martín, Atlético y Ñuñorco de esa provincia quedó en suspenso por una gestión del presidente de la Comisión de Deportes del Senado, el tucumano Pablo Walter, quien se entrevistó con Julio Grondona. El rigor que evidenció la AFA en este caso obedece a que, por un contrato firmado con TyC en 1994, la asociación se comprometió solidariamente con la productora ante una eventual demanda. De otro modo no se entendería por qué la cúpula del fútbol intervino cuando el juicio era de una Liga contra un tercero que no participa en los campeonatos.
9Justicia para Zacarías. El 8 de mayo de 1988, Claudio Zacarías casi pierde la vida antes de jugar un partido con San Lorenzo, su equipo, contra Instituto, en Alta Córdoba. Una bomba de estruendo hizo volar los vidrios de la ventana del vestuario que terminaron clavándose en su cuerpo. Casi diez años después, el 18 de septiembre de 1998, la Corte Suprema de la Nación falló que el club de la Docta debía indemnizarlo con 460 mil pesos. Ni la AFA ni la comuna de Córdoba –también demandadas– fueron condenados. El ex jugador y actual técnico de San Telmo aún no cobró un centavo de aquella suma que, con intereses, ya supera el millón de pesos. Los abogados de Instituto hicieron un pedido de prescripción del crédito, porque Zacarías no lo habría presentado en término en el Concursode Acreedores de esa institución. Pasaron más de catorce años y la víctima todavía confía en que algún día cobrará.
10Otros pecados. Angel David Comizzo es condenado a pagar varios miles de pesos por gestos obscenos contra la hinchada de Racing; un barrabrava de Nueva Chicago recibe la pena de arresto por llevar bengalas a un clásico contra Vélez; el ex jefe de prensa de San Lorenzo es sometido a la probation por ofrecerle una petaca con una bebida espirituosa a un relator de fútbol; dos palquistas de Boca son multados por exponer una gallina de plástico durante un clásico con River... Todos estos fallos de la Justicia contravencional –expeditivos algunos, insólitos otros– confirman que, al menos, las faltas menores que no llegan a ser delitos, reciben condenas. Una pintura de la Argentina actual.