La particular disputa de las Eliminatorias, con jornadas dobles y varios meses de receso, determina una circunstancia peculiar. Durante semanas se habló y se planificó el partido ante Venezuela, pero tras la estupenda actuación de la Selección Argentina en el debut oficial de Diego Maradona, no hay tiempo para disfrutarla. La cabeza del técnico y de los jugadores ya está puesta en Bolivia, el compromiso del miércoles, que será la imagen que quede hasta el nuevo encuentro. La última experiencia en octubre del año pasado así lo indica. Al aguerrido equipo que le ganó a Uruguay en el Monumental se lo devoró la híbrida formación que se paseó por Santiago ante Chile y que obligó a la renuncia de Alfio Basile.

Con la premisa de generar una labor que no dilapide el crédito ganado el sábado, Argentina se presentará en La Paz, un reducto que garantiza un partido irregular. Es cierto que las últimas dos excursiones de la Selección a la altura de Bolivia no fueron malas, con un empate 3-3 en las Eliminatorias de 2002 y un triunfo 2-1 en las de 2006. Sin embargo, teniendo en cuenta la producción del conjunto de Erwin Sánchez ante Colombia, y más allá de los ausentes, está claro que el arma más peligrosa de Bolivia son los 3600 metros de La Paz.

De acuerdo con lo que ensayó Maradona en la semana, probando el esquema que utilizó ante Venezuela y un 4-4-2 similar al que usó en los dos primeros amistosos, todo indica que la Selección cambiará su sistema para jugar ante Bolivia. De esta manera, el entrenador deberá sacrificar a un delantero para el regreso de Martín Demichelis, un titular indiscutido que no estuvo ante los venezolanos por una suspensión. Con Messi intocable, las posibilidades pasan por Tevez y Agüero. Con Francia, en una situación similar, jugó el delantero de Atlético Madrid, aunque el jugador del Manchester viene con actuaciones más convincentes.

Entre los defensores, el cambio de esquema también producirá modificaciones de nombres. Con Demichelis en el equipo, la dupla central quedará conformada con Heinze, mientras que Zanetti se correrá a su posición natural de marcador de punta. Esas variantes le dejarían un hueco a Emiliano Papa, que no fue ni al banco ante Venezuela, pero que con cuatro defensores fue titular ante Escocia y ante Francia. Si se confirma esa posibilidad, el que dejaría su lugar es Marcos Angeleri, de buena labor en su debut en las Eliminatorias. Menos probable es que el defensor de Estudiantes se ubique como lateral por la derecha, su puesto habitual en su club, y que Zanetti pase a marcar en la otra punta.

Con respecto a la mitad de la cancha, Maradona dejó en claro el sábado que su mediocampo ideal es el que jugó ante Venezuela y que ya lo había probado ante Francia. “Estos cuatro son mi mediocampo”, aseguró. Con Mascherano y Gago en el centro, más Maxi Rodríguez y Jonás Gutiérrez por las bandas, el técnico encontró el equilibrio que buscaba para no quedar descompensado y para tratar de disimular la ausencia de un enganche definido. Pero, por la amonestación que recibió en el segundo tiempo, Gutiérrez se perderá el juego ante los bolivianos. En principio, la alternativa más válida es la presencia de Angel Di María, que se mueve por ese sector, con el plus de ser zurdo y manejar ese perfil. Claro que sus características son más ofensivas que las del jugador de Newcastle, lo que podría llevar a Maradona buscar alguna alternativa más defensiva para esa plaza.

En los dos entrenamientos de hoy en Ezeiza, el entrenador plantará el equipo para empezar a despejar las dudas. Mañana, la práctica será sólo matutina, ya que tras el almuerzo el equipo viajará rumbo a Santa Cruz de la Sierra, para pasar allí la noche y recién viajar a La Paz sobre la hora del partido, para minimizar los efectos de la altura. Tras el partido, el plantel regresará a Buenos Aires en un vuelo charter.

Las posiciones

Próxima fecha

Martes 31

Venezuela-Colombia 21.30

Miércoles 1º

Bolivia-Argentina 16.30

Ecuador-Paraguay 18.20

Chile-Uruguay 20.10

Brasil-Perú 22.10