FúTBOL › BOCA LE GANO A HURACAN CON INNECESARIO SUFRIMIENTO
Un triunfo masoquista
Parecía que la victoria llegaba sin apuros, pero se cometieron más errores de los lógicos y Huracán estuvo a punto de dar el batacazo. Dos goles en dos minutos ahuyentaron el sufrimiento. El triunfo deja al equipo de la Ribera a seis puntos de Independiente cuando faltan cuatro partidos para terminar el Apertura.
› Por Facundo Martínez
Pensando estrictamente en la resolución del torneo Apertura, a Boca no le quedaba otra chance que la de ganar frente a Huracán. Y lo hizo, pero no sin sufrimiento. Con goles de Marcelo Delgado, Rolando Schiavi y Guillermo Barros Schelotto, el equipo de Oscar Tabárez se impuso por 3-1 ante los de Parque Patricios, en un encuentro que alternó malos y buenos pasajes y que, tras el empate parcial conseguido por Marcelo Kobistyj, se había abierto para cualquiera de los dos. A todo o nada, Tabárez puso en la cancha a cuatro delanteros, pero arriesgó sacando a Clemente Rodríguez; por el hueco que quedó prácticamente regalado, Huracán llegó en tres oportunidades, aunque no supo cómo definirlas. Ahora, Boca quedó a seis puntos del líder Independiente, uno de los cuatro rivales con los que le falta medirse. Primero esperan Arsenal, afuera, y Talleres, en la Bombonera.
Los dos puntos que dejó Independiente en el camino obligaron a Boca a ganar para ampliar sus chances de alcanzar al puntero. Para conseguir la victoria, el equipo de Tabárez sufrió demasiado, cometió muchos errores y no dejó la imagen de un conjunto que puede mantener su buena forma hasta las últimas jornadas. De todas maneras, el triunfo tiene un valor adicional, ya que confirma la disposición de Boca para este último tramo del campeonato.
Arrancó mal, sin presión ni profundidad y muy flojo en la zona de volantes. Los visitantes tomaron el control de la pelota, pero no parecían convencidos por la forma en que se les daba el encuentro y, pudiendo ser más ofensivos, prefirieron contenerse y evitar sorpresas. Lo cierto es que esa cautela le permitió a Boca posicionarse mejor y comenzar a torcer el rumbo a su favor. Hasta ahí, sólo había sufrido un cabezazo de Gabriel Lobos, que retuvo Roberto Abbondanzieri. Luego, los locales comenzaron a jugar y mejor, y a buscar decididamente el arco de Sergio Schulmeister. El Mellizo, Clemente y Delgado estuvieron muy cerca de abrir el marcador, tras tres buenas llegadas que resultaron de la manifiesta mejoría del juego colectivo. Huracán apenas respondió con un buen cabezazo de Juan Fleita, que el arquero de Boca sacó al corner.
El tiempo corría y los hinchas de Boca se impacientaban porque su equipo acechaba, pero no golpeaba, hasta que Carlos Tevez –que había hecho muy poco en esos treinta minutos– apareció para habilitar por el medio a Delgado quien, tras pasar sin custodia entre los centrales, definió categóricamente el mano a mano con Schulmeister para poner el 1-0. En desventaja, a los de Carlos Babington no les quedó otra que salir a buscar el empate; no complicaron, pero al menos frenaron a los de Tabárez, quienes antes del entretiempo tuvieron sólo una oportunidad más: un tibio remate de Tevez, que fue bien controlado por el ex arquero de San Miguel.
Distinto fue el complemento porque, a los dos minutos, Huracán encontró una vía para entrarle a la defensa de Boca: un corner y un contundente cabezazo de Kobistyj, que entró por entre las piernas de un sorprendido Abbondanzieri, y el encuentro se emparejó sin más. A Boca no le quedaba otra alternativa que controlar la pelota y arriesgar ofensivamente.
Tabárez se la jugó sacando a Clemente y poniendo a Héctor Bracamonte, para formar con tres el fondo, tres en el medio y cuatro adelante. Los espacios libres y una sucesión infinita de errores ajenos le permitieron a Huracán llegar con facilidad al arco rival: Diego Cochas tuvo dos remates que pasaron muy cerca. El temor de una derrota se apoderaba en las tribunas boquenses; entonces entró Matías Donnet y mejoraron las cosas. En dos minutos volvió la tranquilidad: gol de Schiavi, habilitado por Delgado, y gol de Guillermo, servido por Bracamonte. Lo que siguió al 3-1 no fue sino relleno, matar el tiempo.
Subnotas