Desde Rosario

Aún queda por saber si Newell’s perdió ayer el campeonato. Quizá pueda corregir en la tabla las fallas que cometió en su juego. Para eso, ahora necesita que la presión del título le vuelva a jugar a Banfield a traición, como le sucedió ante Racing. Los leprosos se volvieron rehenes de los números, porque fue su fútbol el que lo llevó a depender de las cuentas, incluso de las ajenas. La suerte rojinegra se redujo al resultado porque perdió ante Arsenal, en un partido que salió como a Jorge Burruchaga más le gusta, con el rival tirando centros y su equipo lastimando de contragolpe. Y perder con los de Sarandí a tres fechas del final siendo líder del torneo, es una licencia que bien puede tener como castigo el sueño trunco, pesadilla que ahora acecha a los rosarinos.

Arsenal fue un equipo previsible. Defendió con diez en todo el partido, hizo siempre lo posible para no jugar, Lunati aceptó sin cavilaciones toda demora excesiva de tiempo y marcó dos goles de contragolpe. Pero a no confundirse. Si defender a ultranza fuera efectivo, Arsenal hubiese llegado a Japón con su fútbol. Su juego trae dividendos cuando enfrente hay un rival como Newell’s, atormentado desde el primer gol, que apareció con pelotazo de Mosca a Jara, que definió alto para vencer a Peratta. El sacudón emocional que recibió el puntero lo durmió, no por sus ínfulas, que jamás mermaron, sino por su lucidez, la de Formica y Achucarro, que no pudieron tirar un solo pase al pie.

Tan cómodo estaba Arsenal, que hasta desafió a los supersticiosos como su técnico: con otro pelotazo, en este caso de Mosca, Matías Pérez marcó el suyo dejando a la visita con la temida ventaja del 2-0. De inmediato Sensini se rectificó, metiendo en la cancha a Sperdutti para sacar a Machuca y ubicar a Roseli en el fondo.

Con apenas un pase profundo, Arsenal lograba aquello que Newell’s no encontraba: llegar al arquero rival. Las variantes se sucedieron en los locales pero nada podía hacer corregir el fútbol del puntero, que ya no jugaba como líder y terminará sin ser el dueño de la tabla. Ni siquiera el descuento de Boghossian alteró el desarrollo del partido.

Entre tanto, Arsenal aprovechó las licencias que le daba Lunati, permitiendo retardar el juego ante cada interrupción. El estadio estalló de bronca en más de una oportunidad, aunque el detonador de la furia era precisamente ver a Newell’s sin cualidades, y que en una instancia definitoria jugó su peor partido, o similar al hecho ante Argentinos.

La lucha por el Apertura está que arde. No hay equipo que soporte tener el liderazgo del certamen por mucho tiempo. No pudo Newell’s en su estadio ante un frágil Arsenal. Y no había podido Banfield con Racing. Pero ahora son los rojinegros los que esperan que el rival se vuelva a quemar con la punta entre manos.

Estadio: Newell’s.

Arbitro: Pablo Lunati.

Goles: 13m Jara (A); 35m, M.Pérez (A); 52m, Boghossian (N).

Cambios: 33m, Sperdutti por Machuca (N); 46m, Quiroga por Dolci (N); 70m, Medina por Galván (A); 73m, Núñez por Vangioni (N); 75m, Pérez Castro por M.Pérez (A); 80m, Poggi por Mosca (A).