El 0-0 que protagonizaron Arsenal y Newell’s en la agradable tarde de Sarandí puede llevar a una lectura equivocada para el que sólo se fija en el marcador. Los dos jugaron sin complejos, buscaron la victoria hasta la última jugada y sólo las determinantes labores de Cristian Campestrini y Sebastián Peratta motivaron que el encuentro no tuviese los goles que se merecía. Por eso, para ambos el empate tuvo gusto a poco, pese a que en el balance terminó siendo justo.

La semana mágica que traían los rosarinos, con el triunfo ante River y el pasaje en la Sudamericana ante Estudiantes, condicionó el desarrollo en el Viaducto. Es que para evitar el desgaste, Sensini apostó por la rotación de mediocampistas y delanteros, y un cambio de esquemas en el fondo, con más cautela que lo habitual. Con esos parámetros, el que se hizo cargo del partido fue Arsenal. A partir de la dinámica y el despliegue del tándem central Leiva-Ortiz, la habilidad de Leguizamón y las llegadas en diagonal y por sorpresa de los dos extremos, Sena y Choy, el equipo de Alfaro completó un gran primer tiempo, al que sólo le faltó el gol.

Con cuatro marcadores centrales en la última línea, a Newell’s se le hizo muy complicado neutralizar el buen trato de pelota y las llegadas punzantes de los de Sarandí. Por eso necesitó de un enorme Peratta para conjurar dos llegadas francas de Leguizamón, de los palos para evitar primero un cabezazo y luego un remate a colocar de Choy, y de un error de Alvarez, que ignoró un claro penal de Mateo al uruguayo. A esa altura, resultaba difícil explicar las razones del empate parcial, más allá de que Sperdutti, en un contragolpe, casi sorprende y obligó a una gran tapada de Campestrini.

Muy distinta fue la historia en la segunda mitad. Tal vez para ello haya influido la extensa charla en el entretiempo de Sensini, que le valió la expulsión por la demora. Con más presencia en la mitad del campo, Newell’s pasó de dominado a dominador. Además, el paulatino ingreso de habituales titulares –Estigarribia, Borghello y Formica– también le otorgó otra fisonomía al conjunto rosarino. Por el contrario, la propuesta ofensiva de Alfaro de colocar delanteros en lugar de volantes con llegada no rindió los frutos esperados, ya que el equipo perdió peso en la zona media y no ganó en profundidad en los últimos metros.

Entonces, del lucimiento de Peratta se pasó al brillo de Campestrini, clave al tapar sendos remates de Cichero y Luis Rodríguez y, sobre todo, un mano a mano a Formica en la última jugada del partido. Así se terminó un 0-0 muy mentiroso, en el que ambos equipos buscaron con insistencia y generaron varias chances de peligro, pero se toparon con dos arqueros que impidieron todas las ocasiones.

Estadio: Arsenal.

Arbitro: Luis Alvarez.

Cambios: 54m Borghello (6) por Taborda (N); 63m Franzoia (4) por Sena (A); 67m Formica por Rodríguez (N); 74m Alustiza por Choy (A); 75m Alvarez por Nervo (A) y Estigarribia por Vangioni (N).