Si Lanús quería mantener sus chances de clasificarse para la Copa Libertadores debía vencer. Y sin presiones, los suplentes del Rojo pretendían ganarse un lugar, aunque sea en el banco de los suplentes para la final de la Sudamericana. Así, los dos salieron a jugar sin inhibiciones, con ganas de atacar y sin temores por defender el arco propio. Por eso, con esas premisas de ambos lados, el desarrollo salió atractivo, con dominio alternado y con chances de peligro frente a los dos arcos. Por el lado de Lanús, la fórmula más elegida fueron las corridas de Romero, que lastimó cada vez que encaró a los defensores. De la otra vereda, el método más buscado fueron los desbordes por la izquierda de Maxi Velázquez, que cuando se lo propuso llegó al fondo y generó peligro.

Con ese panorama, los dos tuvieron sus ocasiones: Romero, con un remate cruzado apenas desviado, y Salcedo, tras una serie de rebotes que no pudo aprovechar, estuvieron cerca de adelantar a los locales. Por su parte, Independiente dispuso de las suyas a través de Silvera, que no pudo capitalizar un desborde de Velázquez, y de Pacheco, que falló en los dos rebotes que dispuso en el área rival.

A medida que transcurrían los minutos, el juego se fue embarullando y las situaciones de peligro comenzaron a escasear. Entonces, el desarrollo pasó a ser deslucido, con imprecisiones y sin emociones. Recién en el último cuarto de hora, los dos se acordaron de sus motivaciones y volvieron a insistir en su juego, pero ya era tarde y no tuvieron más tiempo.

Estadio: Lanús.

Arbitro: Mariano González.

Cambios: 61m J. Suárez por Pacheco (I); 68m Delmonte por M. Velázquez (I); 76m Castillejos por Romero (L); 82m Cano por Salcedo (L) y Ramírez por Ledesma (L); 83m Nieva por Gracián (I).