Los hinchas de Racing gritaron el primer gol de Estudiantes, justamente Estudiantes, un archirrival de otros tiempos. Dos explicaciones posibles: se aseguraban que no había vuelta olímpica y se sacaban un poquito toda la bronca que tenían adentro por el baile que se estaban comiendo.

El equipo de Gareca jugó uno de sus partidos más brillantes en el campeonato, ante Racing, que puso empeño y buena voluntad pero que nunca pudo frenar y ni siquiera amortiguar el poder ofensivo del rival. Seguro en el fondo, Vélez controló bien al colombiano Moreno y a Toranzo, presionó en todos los sectores de la cancha y dejó clarísima su capacidad para ocupar más y mejor todos los espacios.

El tránsito hacia las últimas líneas de Racing fue veloz y sencillo gracias a Moralez, jugador de estatura mínima y talento máximo, Vélez siempre mejor parado asumió el control del juego desde el arranque y encadenó situaciones de gol que pudieron haberle dado una victoria más amplia.

Hizo dos tantos, lujosos, espectaculares, candidatos a ocupar lugares de privilegio cuando se repasan todos los goles del campeonato.

En el primero, Juan Manuel Martínez arrancó desde la mitad de la cancha sobre un costado, apiló rivales a lo Maradona (Pillud, Mayorga, Matías Martínez, Ayala) y cuando salió De Olivera cruzó limpita la pelota. Silva dio una buena mano arrastrando marcas (justo en el momento de la apilada consiguió la autorización del árbitro porque había salido por un golpe), pero el mérito casi íntegro es del Burrito.

En el segundo, Maxi Moralez ejecutó un tiro libre a 25 metros del arco colgando la pelota de uno de los ángulos. De Olivera no tuvo ninguna responsabilidad en los goles y sí, en cambio, fue culpable de que Vélez no concretara una goleada. Tapó, voló, cortó y se revolcó para impedir otras llegadas de Silva y Cía. El grandote (lesionado, su presencia estuvo en duda) no estuvo preciso en un par de llegadas mano a mano y también por eso Racing la sacó barata con el 0-2.

El equipo de Miguel Angel Russo perdió ampliamente en el conteo de situaciones de gol y sólo en algunos pasajes aislados dio la sensación de que podría preocupar un poco a Barovero.

Vélez se merecía un partido de desempate contra Estudiantes, una chance de dirimir el título mano a mano. No pudo ser. Quedará en la memoria como un buen equipo, un digno subcampeón, mucho más equipo que aquel que se coronó campeón con la ayudita de Brazenas.

Estadio: Racing.

Arbitro: Sergio Pezzotta.

Goles: 23m, Martínez (V); 57m, Moralez (V).

Cambios: 65m, Bella por Papa (V); 70m, G. García por Mayorga y Bieler por Lugüercio (R); 77m, Lluy por Pillud (R); 78m, Cristaldo por Moralez (V); 83m, Canteros por Díaz (V).