Más allá de la paridad final, River Plate desarrolló anoche un juego muy superior al de San Lorenzo en la apertura de la actividad futbolística en Salta, pero la frescura de sus pibes no pudo con las mañas del veterano Alberto Acosta, que consiguió el empate sobre la hora. Los tantos de Gastón “La Gata” Fernández y Diego Armando (premonitorio) Barrado, dos golazos, le dieron una satisfacción al entrenador Pellegrini de cara al futuro, junto al rendimiento de otros juveniles como Oscar Ahumada, Lucas Mareque y Daniel Ludueña. Por contrapartida, San Lorenzo no mostró demasiados atributos como para pensar en aires de renovación, ya que su joyita, Damián Luna, pasó inadvertido, por lo que el “Viejo” Acosta le terminó salvando la ropa con un cabezazo a tres del final.
El inicio del partido tuvo un desarrollo parejo y se mantuvo así hasta el minuto 12, cuando Leonardo Astrada habilitó con claridad a “La Gata” Fernández, quien efectuó un par de amagues frente a Ramírez, lo superó y tocó de revés de derecha: golazo.
A partir de allí, el partido cambió. River, de la mano de Astrada, se mostró más ordenado y ambicioso, luciendo la labor de los volantes Barrado y Aimar. San Lorenzo, en cambio, con una defensa que no es la titular, mostró algunas falencias que le permitieron a River apurar seguido a Ramírez. Pero el equipo de Pellegrini no concretó la diferencia y el Ciclón aprovechó. Su única arma capaz de llegar al arco rival era Carlos Cordone, quien tuvo en esa primera etapa tres ocasiones claras. Sin embargo, ya sobre el final de la primera etapa, a los 43’, Rodrigo Astudillo de cabeza puso la igualdad tras un corner lanzado precisamente por el “Lobo” Cordone que fue peinado en primera instancia por Herrón.
Esa paridad bastante injusta de acuerdo a lo que habían exhibido ambos equipos en los primeros cuarenta y cinco minutos volvería a repetirse, casi simétricamente, en la etapa final. Es que a los 10 minutos del complemento otra vez los riverplatenses se pusieron en ventaja por intermedio de Barrado, con un notable derechazo desde fuera del área que hizo estéril el vuelo de Ramírez.
River a partir de allí se floreó, tocó, ganó en todos los terrenos menos en la red, donde no hizo diferencia. La falta de eficacia en la última estocada algunas veces y la torpeza de Fuertes le negaron el tercero. Hasta que, sobre el epílogo, centro de Leandro Alvarez, cabezazo sabio del Beto y a cobrar.