Lunes, 19 de septiembre de 2011 | Hoy
FúTBOL › BOCA VENCIO A LANUS Y QUEDO COMO UNICO PUNTERO DEL APERTURA
El 2-1 quedó chico para marcar las distancias futbolísticas entre el equipo de Falcioni y el de Schurrer. Los goles de Boca los marcaron Viatri y Erviti. El de Lanús, que casi no pateó al arco, Insaurralde, en contra.
Por Adrián De Benedictis
El duelo más esperado de la fecha, por el cruce de los dos líderes del campeonato, ofreció finalmente a un ganador que terminó reduciendo las virtudes de su adversario. Boca continúa ahora en soledad en lo más alto de la tabla, luego de otra actuación convincente nada menos que ante Lanús, el último subcampeón, en el estadio que lo vio perder por última vez: en la novena jornada del pasado Torneo Clausura. Pero si el local no pudo exhibir todo su potencial, como sucedió el lunes pasado en la goleada ante Argentinos, se debe a que Boca logró prevalecer a partir de la generosidad de sus propios futbolistas para ubicar al conjunto por encima de los lucimientos personales.
En ese sentido, uno que sobresalió por su despliegue para recuperar la pelota y después para mostrarse como opción de ataque fue Walter Erviti. El volante por la izquierda no suele aportar la cuota de fútbol diferente que exhibía en Banfield, ya que ello lo hace Juan Román Riquelme, y de esa manera se esfuerza para recuperar rápido la pelota y entregársela precisamente al capitán. Y como él, muchos de sus compañeros efectúan esa misma tarea. Por ese lado aparece la identificación de este plantel conducido por Julio Falcioni.
Erviti tuvo su premio con el gol que le dio la victoria a Boca, a los 16 minutos del segundo tiempo, cuando conectó la pelota de cabeza luego de un envío de Somoza desde la derecha. En el momento en que Lanús intentaba desnivelar, después del empate conseguido a los 59 segundos de esa parte por un gol en contra de Insaurralde cuando intentó rechazar un centro de Balbi, Boca encontró el camino del triunfo.
El orden que transmite el equipo desde el fondo lentamente va contagiando al resto, y los sobresaltos que Boca pasaba en el torneo anterior quedaron en el olvido. El ejemplo más claro son los dos goles que ha recibido hasta el momento: uno de tiro libre y el de ayer en contra. Es decir, no ha padecido tantos por jugadas combinadas del rival. Para ello, la presencia de Schiavi resulta clave, debido a que es el que mantiene en alerta al resto de la última línea. Ni Romero ni Regueiro pudieron romper ayer esa barrera, y tampoco Diego Valeri, que no pudo desnivelar con su técnica cuando poseía la pelota.
Riquelme fue nuevamente el estratega ideal para controlar los tiempos del juego, y organizó con criterio el circuito ofensivo. Inclusive, tuvo una oportunidad para convertir, al final del primer tiempo, pero tardó en definir y se quedó reclamando penal. Ese hubiera sido el segundo tanto, ya que Viatri había marcado el primero, a los cinco minutos de iniciado el partido, con un remate de derecha ingresando por el segundo palo. La acción llegó luego de un corner, después de que Marchesín le ganó un mano a mano a Cvitanich, que por esa jugada se tuvo que ir lesionado.
Lanús todavía mantiene sus expectativas en el certamen, pero tendrá que cambiar la actitud que mostró ayer si pretende ser protagonista. Esa es la palabra que Boca entiende a la perfección, y que quiere mantener como premisa hasta el final.
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