Desde Jerusalén

Recibido por presidentes y aclamado por miles de fanáticos, el Barcelona despertó pasiones este fin de semana en su “Tour de la Paz” por Israel y Palestina, donde sobre todo se ganó el corazón de los más jóvenes. Aunque por separado, miles de entusiastas niños y adolescentes palestinos e israelíes disfrutaron de la cercanía de estrellas como Lionel Messi, Neymar, Xavi o Iniesta, que bajo las sofocantes temperaturas del verano ofrecieron dos clínicas con minipartidos para los más pequeños en Cisjordania y Tel Aviv. El club español pretende que su viaje sirva para tender nuevos puentes para el diálogo entre ambas partes.

“Messi, Xavi, Iniesta, ustedes y todo el equipo pueden enseñarnos a nosotros y los palestinos a jugar el ‘tiki-tiki’ para que podamos marcar el gol que todos esperamos, el gol de la paz”, dijo el presidente de Israel, Shimon Peres, en una recepción al equipo en Jerusalén.

El campeón de la Liga española, famoso por su juego de toque y combinación, se encuentra en Cercano Oriente realizando una gira que llamó “Tour de la Paz”.

Después de realizar el sábado una clínica en Cisjordania, el equipo que dirige Gerardo Martino visitó ayer el Muro de los Lamentos en Jerusalén y fue recibido posteriormente por Peres y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. “Aquí está mi gran esperanza”, dijo el jefe de gobierno. “Ver buenos partidos de fútbol, tener paz y seguridad, y que un 1 por ciento de sus hinchas, porque tienen miles de millones, visite este gran lugar y este gran país. Eso ayudaría a nuestra economía y también a la paz.” La visita del Barcelona llega días después del relanzamiento de las conversaciones entre israelíes y palestinos.

“Vienen justo a tiempo. Nuestro primer ministro y su gobierno empezaron un ‘Tour de la Paz’ entre nosotros y los palestinos, que es una decisión importante y oportuna”, advirtió Peres, que acaba de cumplir 90 años. “Quiero agradecer al Barça que haga realidad los sueños de los niños. Los niños israelíes y palestinos sueñan con dos goles: marcar el de la victoria en el Camp Nou y el gran gol de la paz”, añadió Peres.

El presidente del Barcelona, Sandro Rosell, dijo sentirse “orgulloso” de que el club español fuera “una de esas cosas que ambas comunidades tienen en común”. “Según nos han contado, somos el equipo extranjero más popular, tanto en Israel como en Palestina”, advirtió. Rosell afirmó que “todos los jugadores que quieran irse (del club) pueden hacerlo, menos (Lionel) Messi”, por el que un eventual club interesado debería pagar “unos 580 millones de euros”.

En el Muro de los Lamentos, y por respeto a los lugares santos, los jugadores llegaron tocados con una kipá blanca y cumplieron con la costumbre de meter un papel con un deseo personal entre las viejas piedras del muro. Javier Mascherano introdujo casi medio brazo en una de las grietas del muro para depositar su nota con la petición. “No voy a decir lo que he escrito, si no, no se cumplirá”, respondió con humor Rosell, al ser consultado sobre si la Champions League estaba entre sus deseos.

Por la tarde realizaron un entrenamiento ante 14 mil jóvenes judíos y árabes en el estadio Bloomfield de Tel Aviv. Antes, junto a Netanyahu, habían visitado otro recinto deportivo donde se encontraron con niños enfermos de cáncer.

El sábado, Messi, Neymar y compañía, tras su llegada al aeropuerto de Tel Aviv, donde fueron saludados por numerosos aficionados, se dirigieron a la Iglesia de la Natividad en Belén, en la zona palestina de Cisjordania. En las calles se agolpaban centenares de palestinos luciendo camisetas azulgranas y agitando banderines con los colores del club español. En Belén, la delegación catalana se reunió también con el presidente palestino, Mahmud Abbas. “Es un momento histórico para nuestro pueblo”, aseguró Jibril Rjoub, presidente de la Federación Palestina de Fútbol. “Nos gustaría ver más partidos y menos carreteras cortadas.”

El Barcelona jugará el miércoles en Bangkok ante la selección de Tailandia, y el sábado en Kuala Lumpur ante un combinado local de Malasia.