Para remontarse a un partido en el que Santiago Silva haya convertido dos goles hay que viajar hasta 2012, cuando le hizo dos a All Boys en un 3-1 en la Bombonera. Fue la única vez en su año y medio en el club. Ayer, en su primera aparición con la camiseta de Lanús, el goleador uruguayo aportó dos tantos para la cómoda victoria 3-0 sobre Belgrano, que dejó una pálida imagen en su estreno en el torneo.

Los primeros 40 minutos de Lanús no dejaron demasiado espacio para el análisis. Con Acosta jugando de Regueiro, casi como extremo izquierdo, pero sin capacidad de desborde, y Silva chocando como en su última etapa en Boca, las únicas aproximaciones ofensivas pasaban por los intentos de Romero. Con los intentos del delantero no alcanzaba para un equipo que sufría la ausencia de Pizarro, su verdadero generador de juego en los torneos anteriores. Es cierto que atrás tampoco sufría demasiado, aunque en ese sentido colaboraba mucho el poco peso ofensivo que mostraba Belgrano.

Con ese panorama, la primera mitad se iba sin demasiadas incidencias. Sin embargo, un regalo de Olave cambió la historia del partido. Y, sobre todo, modificó el ánimo de Silva. Romero desbordó por la izquierda y envió un centro pasado que no parecía llevar demasiado peligro, ya sea porque estaba el arquero o porque llegaba Quiroga para cerrar. El manotazo de Olave parecía sencillo, pero no hizo más que bajársela a Silva, que tocó de primera para conseguir el desahogo. En su primera acción positiva con su nueva casaca, el uruguayo se reencontraba con el gol.

El impacto del gol fue tremendo. Para Lanús, porque significó recuperar la tranquilidad para manejar el desarrollo. Y en especial para Belgrano, que asumió que no iba a tener chances de igualar el encuentro. Con menos potencial que en el certamen anterior, el equipo de Zielinski sintió que no tenía armas para inquietar a Marchesín. ¿Un reflejo de ello? Lucas Melano, el mejor delantero celeste en el torneo pasado, integró el banco de suplentes de Lanús y recién ingresó con el partido resuelto.

Con una superioridad clara, el equipo de Barros Schelotto comenzó a justificar la ventaja. Y la terminó de plasmar con un golazo de Silva, propio de sus pasos por Banfield y Vélez, pero casi olvidado en sus tiempos de Boca: tras recibir de Romero, el goleador acomodó el cuerpo y sacó un derechazo con comba desde afuera del área que se metió junto al segundo palo de Olave. Un golazo que sentenció el partido, dado que Belgrano se entregó sin pelear. El tercer tanto, un cabezazo de Izquierdoz tras un corner desde la izquierda, no hizo más que ratificar la diferencia entre ambos equipos.

A esa altura, los dos esperaban el final. Sólo quedó tiempo para que Barros Schelotto reemplazara a Silva y se ganara los primeros aplausos de su nueva hinchada. “A Silva lo vi bien en las prácticas y por eso decidí ponerlo de titular. La confianza y el respeto que hay en el vestuario ayudaron a que rindiera rápidamente”, comentó Barros Schelotto, quien aseguró que no quiere que el centrodelantero sea la única vía de gol de su equipo. “Tuvo la oportunidad de hacer dos goles y me alegro por él. Espero que el equipo siga convirtiendo, pero que los goles no lleguen sólo a través de Silva”, agregó el ex delantero de Boca.

Con los goles de Silva, Lanús dio un buen primer paso y se ilusiona. Habrá que ver si el delantero realmente puede modificar su racha con su cambio de camiseta, o si se trató de una simple tarde afortunada.

Estadio: Lanús.

Arbitro: Fernando Rapallini.

Goles: 43m y 60m Silva (L); 71m Izquierdoz (L).

Cambios: 58m Figueroa (4) por Affranchino (B); 68m Rigoni por Zelarrayán (B); 74m Ortiz por Acosta (L) y Bardín por J. Velázquez (B); 77m Blanco por Silva (L); 83m Melano por Fernando Barrientos (L).