Jugado ante más de 40 mil hinchas de Central, el partido entre el local y San Lorenzo tuvo un polémico final, a causa del segundo gol del equipo visitante, que selló su victoria y lo resarció de alguna manera de la eliminación de la Copa Sudamericana ante River.

Central jugó mejor en el comienzo, con una saludable presión en el mediocampo y los ataques de Ferrari, Encina y Niell por la derecha. San Lorenzo tenía menos la pelota, pero era más punzante y llegó a la apertura del marcador cuando Cauteruccio aprovechó a la perfección un contragolpe a los 26 minutos, en el que eludió a Ferrari por la izquierda y definió de derecha ante el desesperado cierre de Domínguez, Encina y el propio Ferrari, quienes lo escoltaron, pero no pudieron tapar su disparo, que entró cerca del medio del arco.

Central volvió a presionar y a buscar el empate en el complemento, pero careció de profundidad y sus llegadas se limitaron a un par de remates de media distancia de Carrizo. Aun así pudo haber empatado cuando la pelota le quedó servida al ingresado Medina, por la derecha del área, pero demoró un segundo en pararla y cuando remató fue muy bien tapado por Kannemann, quien salvó su arco.

A continuación llegó la jugada de la polémica: Héctor Villalba era atendido afuera de la cancha cuando el juez Germán Delfino autorizó su ingreso antes de un tiro libre de Fernando Elizari, en la mitad de la cancha. Villalba picó a espaldas de Ferrari, quien se quedó pidiendo que el árbitro lo inhabilitara, pero el delantero se fue solo, eludió a Ferrari en el cierre, definió con un toque ante el arquero y liquidó el partido.

El gol desató las protestas de todo Central, desde el cuerpo técnico –que sufrió las expulsiones del entrenador Miguel Angel Russo, su ayudante de campo Hugo Gottardi y el profesor Guillermo Cinquetti– hasta los jugadores y los hinchas, algunos de los cuales le tiraron a Delfino desde zapatillas hasta juguetes.

“El equipo tuvo mucha personalidad, conseguimos un triunfo importante en una cancha muy difícil, porque empuja mucho su gente”, evaluó el entrenador de San Lorenzo, Juan Pizzi, que destacó que sus jugadores tuvieron “mucha personalidad porque se levantaron tras haber perdido la Copa”, en referencia a la eliminación en la Sudamericana. “San Lorenzo desequilibró el partido con jugadas individuales.” Pizzi minimizó lo ocurrido en la jugada del segundo gol, que tanto molestó a los jugadores de Central. “Fue mala suerte para ellos, porque Elizari estuvo bien habilitado por el árbitro”, afirmó.

No estuvo tan calmo su colega Russo, quien acusó a Elizari de sacar ventajas en el segundo gol del equipo azulgrana y aseguró que “yo en la cancha con él me agarraba a trompadas”. Asimismo criticó la actuación del árbitro Delfino, recriminándole la acción del segundo tanto y por no haber expulsado a Kannemann. “En el segundo gol da la orden, pero ni el cuarto hombre ni el linesman lo ayudan, porque Elizari saca ventaja deportiva. Le tienen que enseñar que esta clase de jugadores hace mal. El saca ventaja”, explicó Russo. “Uno sabe cuando saca ventaja. Después de lo de hoy, Central no tira nunca más la pelota afuera”, avisó furioso. “Acá hay entrenadores y clubes que se la pasan pidiendo cosas honestas y cuando sacás ventaja no dicen nada.”

Estadio: Central.

Arbitro: Germán Delfino.

Goles: 26m, Cauteruccio (SL); 85m, Villalba (SL).

Cambios: 28m, Villalba por Cauteruccio (SL); 55m, Medina por Niell (C); 57m, Piatti por Romagnoli (SL); 61m, Castillejos por Abreu (C); 71m, Correa por Ruiz (SL); 80m, Fernández por Ballini (C).