Newell’s y Boca protagonizaron un partido entretenido en Rosario que, a pesar de que contó con varias situaciones claras, terminó empatado sin goles. Los locales fueron superiores en el dominio, pero los visitantes hicieron del orden táctico una fortaleza y, de contra, hasta pudieron ganarlo. Vigliano no cobró un claro penal de Forlín sobre Maxi Rodríguez.

Al partido no le faltó atractivo, pese a las claras diferencias que se plantearon entre ambos equipos más o menos desde el comienzo: Newell’s, con un Banega inspirado, jugaba mucho mejor la pelota, era más preciso y buscaba jugar en toda la cancha, abriéndola; Boca, en cambio, comenzó medio trabado, con ciertas fallas defensivas y un planteo que fue mejorando con el correr de los minutos, sobre todo en la medida en que Gago se hacía cargo del juego del equipo, que por momentos abandonaba la idea de especular con el contraataque y conseguía llegar al arco de Guzmán elaborando juego.

Tampoco faltaron emociones. Orion comenzó a mostrar su jerarquía a los 4 minutos ante un buen remate de Figueroa, tras una muy buena jugada de Banega; y unos minutos más tarde, a los 11, tras un error en la salida de Bernardi, fue Guzmán el que respondió, con algo de suspenso, ante la primera corajeada de Gigliotti, que luchaba solo, pero se imponía por potencia y voluntad.

Newell’s jugaba mejor la pelota que Boca, pero no encontraba la profundidad necesaria porque los dirigidos por Carlos Bianchi defendían con ahínco y no dudaban en meter pierna fuerte para cortar las intenciones ofensivas de los dirigidos por Alfredo Berti.

Las ganas de unos y de otros llevaron al partido a un intercambio de golpes más o menos interesante. Gigliotti, habilitado por Martínez, remató desviado a los 21; y dos minutos más tarde, el centrodelantero metió una corrida desde el mediocampo, arrastró a Víctor López, y cuando vio el espacio sacó el remate que se desvió en Mateo y se fue al corner.

La respuesta de Newell’s no se hizo esperar. Figueroa, que había controlado la pelota con el brazo, sin que el árbitro lo advirtiera, metió un gran pase para Maxi Rodríguez, quien enganchó en el área y fue derribado por Forlín. Se trató de un clarísimo penal que Mauro Vigliano, en su segundo desacierto, dejó pasar. Los hinchas locales se enardecieron y el partido se calentó innecesariamente.

Boca intentó recomponerse, controlando la pelota en la zona de volantes. Sin embargo, los rosarinos tuvieron la última clara de la primera parte cuando Banega habilitó a Maxi Rodríguez, quien ante la constante presión del Cata Díaz terminó rematando sobre la red lateral del arco xeneize.

En la segunda parte, Newell’s salió decidido a atacar a Boca que, al igual que en la primera parte, aguantó la embestida replegado en su campo a la espera de oportunidades. Rodríguez desbordaba con cierta facilidad por el lado de Grana y Figueroa hacía lo propio sobre la franja defendida por Zárate; sin embargo, Trezeguet no lograba imponer su jerarquía, porque no resolvía de la mejor manera sus chances. Y finalmente, exhausto, fue reemplazado por el chico Ponce, de 16 años.

Lo que no conseguían los locales era sostener su dominio y eso le permitía a Boca, al igual que con lo ocurrido en la primera parte, soltarse en ataque y arrimar peligro sobre el arco de Guzmán. Los raptos de lucidez de los xeneizes no eran producto de acciones colectivas sino más bien iluminaciones esporádicas de Gago y el Burrito Martínez, y aparecían generalmente cuando Newell’s levantaba el pie del acelerador.

Los últimos cambios ensayados por ambos entrenadores dejaron en claro los planes de cada uno para el cierre del encuentro. Berti intentó darle frescura a su equipo para buscar el gol que no encontraba; Bianchi, más cauteloso, entendió que su negocio era cuidar el punto que lograba como visitante ante un rival que es fuerte y está anotado en la lista de los candidatos, pese a que también jugará este semestre la Copa Libertadores.

Ya en tiempo de descuento, Gago –el mejor de Boca– desperdició una chance inmejorable con un remate dentro del área que se desvió en un defensor y se fue al corner.

Estadio: Newell’s.

Arbitro: Mauro Vigliano.

Cambios: 71m Riaño por Erbes (B), 73m Castro por Figueroa (N), 76m Acosta por Martínez (B), 79m Ponce por Trezeguet (N), 85m Orzán por Bernardi (N), 86m Bravo por Gigliotti (B).