FúTBOL › RIVER CONQUISTO SU 31º TITULO DEL PROFESIONALISMO
Grato nombre de campeón
Venció 2-0 a Olimpo en Bahía Blanca y conquistó el Clausura 2003 con una fecha de anticipación, gracias a un golazo de Víctor Zapata a diez minutos del final del partido, y a otro de Diego Barrado cuando el partido se terminaba. Enorme alegría de los jugadores y de los hinchas en el Sur.
River volvió a tocar la gloria en el fútbol argentino. En la tarde de ayer alcanzó su 31º título local, y continúa extendiendo su propia historia. Después de la dolorosa eliminación de la Copa Libertadores, River no dejó escapar el torneo local, y su triunfo ante Olimpo le permitió desatar el delirio en Bahía Blanca. El conjunto de Núñez definió todo en los últimos diez minutos del partido, y con la derrota de Vélez en Liniers no quiso esperar hasta la última fecha para gritar campeón.
A pesar de que el mal estado del campo de juego impedía desarrollar un fútbol prolijo, River intentó lentamente adueñarse de la iniciativa del juego. De todas maneras, el equipo visitante carecía de profundidad para acercarse al arquero Vivaldo. Con ese panorama, Olimpo buscaba recuperar la pelota para salir a gran velocidad en busca de sus dos delanteros: Castillo y Carrario. El que primero tuvo su chance fue el defensor Demichelis, quien se anticipó en un tiro libre, pero su remate se fue por arriba del arco.
Como River no podía desplegar su habitual juego, las apariciones del equipo conducido por Manuel Pellegrini llegaban con disparos desde afuera del área. Lequi probó entrando por la izquierda, pero tres minutos más tarde se iba a producir la jugada más clara que construyó River en el primer tiempo. A los 22 minutos, Fuertes cabeceó al lado del palo un córner de D’Alessandro. Eso sirvió para provocar la reacción de los bahienses, que estuvieron cerca de convertir a través de Carrario. Encima, Garcé y Ameli demostraban demasiadas dudas por su sector. Más tarde, una media vuelta de Castillo encontró bien ubicado a Costanzo.
El partido tuvo su primera suspensión a los 37 minutos de esa primera parte por disturbios que produjeron entre los plateístas. En tiempo de descuento, Costanzo le ganó un mano a mano a Fernández, y en un contraataque otra vez Fernández definió afuera pegándole de derecha.
Pero todo el desahogo de River iba a llegar en el segundo tiempo. Sin embargo, Olimpo fue el que presionó en el comienzo, y así Castillo estrelló un remate en el palo. Inmediatamente, Juan Fernández tuvo dos oportunidades: primero su derechazo se fue cerca del palo, y luego Costanzo le tapó otro remate.
Después de los 30 minutos Olimpo no pudo sostener el ritmo, y River fue en busca de la victoria. Entonces llegó un centro desde la izquierda del ingresado Zapata, que se metió por el segundo palo de Vivaldo. La diferencia le aseguraba el campeonato, a pesar de que en la cancha no había mostrado diferencias con su rival. Seis minutos más tarde, el juvenil Barrado sentenció el triunfo con un remate de derecha ingresando por el sector derecho, después de que Eduardo Domínguez intentó despejar ante la presencia de Cavenaghi.
Luego del segundo gol hubo un amontonamiento entre los jugadores y se produjo la segunda suspensión. Pero la alegría no se hizo esperar. El final fue sólo festejo y delirio por una nueva consagración.
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