Lunes, 14 de septiembre de 2015 | Hoy
FúTBOL › CON UN GOL DE LODEIRO, BOCA LE GANó EL SUPERCLáSICO A RIVER EN EL MONUMENTAL
El equipo de Arruabarrena hizo un buen primer tiempo y después cuidó la ventaja ante un rival que no encontró el camino y terminó perdido en su propia cancha. Los xeneizes festejaron por partida doble. También recuperaron la punta del torneo.
Por Juan José Panno
El fútbol se juega en un parque de diversiones cuyo principal atractivo es la vuelta al mundo. Casi como la vida misma. Hoy estás abajo, parece que te vas a hundir y de pronto, en el momento más inesperado la rueda gira y mirás a todos desde lo más alto. Hace una semana, a esta hora exactamente, Boca lamentaba el error del pibito Bentancur, el impensado triunfo de San Lorenzo, la goleada de River y la aproximación de Racing, mientras el Vasco Arruabarrena se empezaba a bajar del juego. Ayer Boca se colgó de las caídas de San Lorenzo y Racing y el empate de Central en el clásico rosarino para tomar impulso y ganar el Superclásico, recuperando la punta del torneo y la ilusión del título.
El fútbol te da sorpresas increíbles, como la salida de Gago a los 20 segundos por una lesión en el tendón de Aquiles. Destino marcado el de Gago en los clásicos. En uno le cobraron un penal que no fue y lo expulsaron; en otro dio un mal pase que terminó con el penal que pateó Sanchez y ahora esto. Y lo más notable es que Boca ganó con un gol del reemplazante de Gago, Lodeiro. El uruguayo no sólo hizo el gol; fue determinante en el mejor juego de su equipo, de modo especial en el primer tiempo.
El partido no fue nada bueno. Tuvo mucha tensión, mucho nervio como siempre que se ven las caras estos equipos, pero poco fútbol. Y de lo poco que hubo el porcentaje mayor lo puso el equipo d el Vasco en el primer tiempo. Se sintió cómodo con Erbes (bien en todo) y Meli (mal con la pelota) como contención, con Bentancur haciendo todo simple sobre la izquierda y Lodeiro más libre. Además de cortar los circuitos que tan bien arma River normalmente (su primera llegada al arco fue sobre el final de la etapa inicial) puso la pelota más cerca de Barovero que de Orion. Y eso que Tevez jugó poco y nada. El gol no fue un hecho aislado sino una consecuencia de ese dominio que ejercía. Palacios ganó con su velocidad, más allá de que se durmieron un poco Balanta y Casco: Tevez no pudo eludir a Barovero y Lodeiro recogió el rebote para mandarle a la red con un zurdazo tremendo. Algo de error de River, mucho de acierto de Boca. Poco más tarde hubo otra jugada con mucho de desacierto de River (Mammana, muy inseguro) y apuro de Meli para definir en lo que pudo ser un golpe de nocaut. En el primer tiempo Boca no fue gran cosa, pero sí mostró más ambición y pizcas de juego y aunque sea por eso se justificaba su triunfo parcial. La segunda parte fue técnicamente espantosa. River tuvo una gran chance (gran centro de Sánchez, cabezazo de Alario, volada espectacular, un poco para la foto de Orion) y casi ninguna llegada clara más. Los de Gallardo se adelantaron en el campo, pero no tuvieron ni ideas, ni creatividad. El ingenio que habían mostrado los hinchas en la previa (armaron con globos blancos y rojos la bandera de Japón en la San Martín alta, una buena pieza del mejor folclore) no tuvo correlato dentro del campo de juego. Sólo Sánchez, hasta que entró Viudez por Lucho, lesionado, inquietó un poco. Con escaso aporte de Mora, nada de nada de Martínez ni de su reemplazante, a puro centro para Alario que ya no tuvo otra, Boca se sintió tranquilo en su rol de equipo guerrero que no hace más que aguantar la parada y lo hace bien. Los reclamos masivos al árbitro por Ponzio (al borde de la expulsión) hicieron que Gallardo decidiera sacarlo y eso envalentonó más a los boquenses. Cumplió el Cata Díaz, sacó mucho Tobio (además participó con un buen pase a Palacios en la acción del gol) y el equipo todo exhibió el coraje que se le había reclamado en las instancias perdidas en la Sudamericana y en al Libertadores. Y en el arco tuvo a Orion que intervino bien en los centros llovidos y sobre todo en los dos cabezazos de Alario que sacó a puro reflejo.
Ganó Boca, escribió un capítulo más de la paternidad con más coraje que fútbol y sacó a River de la pelea. No es poco. Pero sabe que la rueda sigue girando y vaya a saber dónde lo encuentre a esta misma hora la semana que viene.
Estadio: River.
Arbitro: Darío Herrera.
Gol: 18m Lodeiro (B).
Cambios: 3m LODEIRO (7) por Gago (B); 35m González (5) por Ponzio (R); 54 Viudez (4) por González (R); 67m Driussi por Martínez (R); 68m Chávez por Palacios (B); 92m Fuenzalida por Meli (B).
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