Rosario Central está empecinado en contradecir las frases hechas de nuestro fútbol, más aún aquellas que se repiten para los clásicos. Cada partido con Newell’s no es una historia diferente e influyen mucho lo que pasó y el presente de cada equipo. Esto como prólogo para entender por qué en Rosario los clásicos en los últimos años quedan para Central y salen todos parecidos. Porque, como en anteriores enfrentamientos, el conjunto visitante no pateó al arco y claudicó ante la primera adversidad, mientras que los locales hicieron los goles y ofrecieron una actuación que se pareció más a una puesta en escena teatral que a un partido de fútbol. En ese contexto, Marcelo Larrondo interpretó el mejor papel de la tarde, con actuación sobresaliente y gol, al tiempo que Marco Ruben se robó un rato la escena para señalar el segundo gol, cuando ya Newell’s agonizaba por su falta de libreto e improvisación.

Pasan las fechas, los torneos, los técnicos, los jugadores, pero hace rato que los clásicos rosarinos tienen siempre el mismo dueño: Central.

Newell’s hace esfuerzos, pero carece de una idea de juego y de entereza emocional para afrontar la situación.

En el primer tiempo los dirigidos por Lucas Bernardi salieron airosos. Porque lograron pararse en campo rival, obligaron a Coudet a cambiar la defensa (pasó Pinola de lateral y Alvarez de zaguero central), anularon a Lo Celso y Montoya y cerraron los espacios para jugar con la pelota por abajo.

Boyé ganó y peleó todas las pelotas, pero después dilapidó cada una de ellas al no tener compañía. Formica y Mugni fallaron con los pases siempre, Advíncula podía solo con corridas y centros y Formiliano disimuló su desorientación (una semana atrás estaba en Danubio de Uruguay). Pero Central logró tres remates al arco, un cabezazo de Larrondo que atajó Unsain, mientras que Newell’s no exigió nunca a García.

En el complemento, Central soltó todo el buen fútbol que viene desarrollando desde la asunción de Eduardo Coudet, hizo goles y desató festejos que en Arroyito se están haciendo habituales cada vez que los rojinegros son los invitados.

Todo comenzó con Advíncula yendo en soledad al ataque. El peruano perdió la pelota y segundos después estalló el Gigante. Porque Lo Celso abrió para Fernández, el volante se lanzó al área rival y sacó un centro bajo que concluyó con Larrondo empujando al fondo una pelota que Domínguez no pudo rechazar.

Aun en desventaja, Newell’s no tuvo reacción y sus llegadas se limitaron a algunos tiros libres que ejecutó Maxi Rodríguez. Al contrario, seguro de sus fuerzas, Central fue por más. Y enhebró una serie de situaciones. Lo perdió Larrondo con un cabezazo que dio en el travesaño, Ruben recogió el rebote con otro cabezazo que rebotó en el horizontal, Fernández definió a la carrera de zurda y la pelota pegó en el palo, Escobar vio la roja por doble amarilla, Ruben falló en el área chica, Lo Celso se tomó el clásico en broma y de mitad de cancha estrelló un derechazo en el travesaño... Hasta que Ruben puso el 2-0 definiendo por sobre el cuerpo de Unsain. tras una asistencia de Colman jugando como un diez a la antigua.

Central acumula nueve clásicos sin derrotas y ayer dejó a su vecino en crisis y sin técnico, cuando van apenas dos partidos del torneo.

Estadio: Central.

Arbitro: Patricio Loustau.

Goles: 55m Larrondo (C); 90m Ruben (C).

Cambios: 46m Colman (7) por Montoya (C):, 63m D. Rodríguez por Formica (N); 67m Scocco por Advíncula (N); 72m Salazar por Pinola (C); 85m Valenzuela por M. Rodríguez (N); 89m Gil Romero por Musto (C).

Incidencias: ST: 31m Escobar (N).