River no pudo obsequiarle a Andrés D’Alessandro un triunfo en la noche de su retorno. En Córdoba, Belgrano primero lo golpeó en seco con tres goles inesperados en la etapa inicial y después le aguantó la presión. Al final, ganaron los Celestes con lo justo por 3-2. Quizá porque tuvieron la eficacia que River no tuvo cuando le apuntó todos las cañones a un empate que muy cerca estuvo de poder conseguir. Y porque no cometieron en el fondo los errores que al equipo de Marcelo Gallardo terminaron costándole el partido.

Nunca imaginó Belgrano que podía hacerle tres goles a River en el primer tiempo. Pero se los hizo. Y tuvo que ver tanto su propia eficacia como las equivocaciones defensivas millonarias. En los 10 minutos iniciales, Marcelo Barovero sacó dos pelotas de gol: primero y con un manotazo espectacular, un cabezazo de Márquez y, casi inmediatamente, un tacazo del zaguero chileno Rojas luego de una serie de rebotes. Pero luego casi que no pudo hacer nada más. Cada ataque cordobés terminó en el fondo de su arco.

A los 13 minutos, Andrés D’Alessandro dejó corto un rechazo al borde del área, Farré habilitó a Iván Etevenaux y el derechazo certero del volante celeste se alojó junto al poste derecho. Diez minutos más tarde, Márquez (afiladísimo trayendo la pelota desde atrás) la pisó entre Mercado y Maidana, giró y le puso un pase al claro a Velázquez que colocó su remate junto a un palo. Y aunque River igualó rápido con un derechazo de Nicolás Domingo desde afuera del área que picó y se le metió a Olave, en la última jugada de un primer tiempo intenso y cambiante, con todo River retrocediendo mal, Márquez volvió a habilitar a Velázquez, quien se fue por la izquierda y cruzó el centro para que Etevenaux anotara entrando vacío por su costado.

Es posible que en el juego mismo no haya existido esa diferencia inesperada. En verdad, no hubo un predominio marcado de uno sobre otro. Y hasta hubo algún rato en el que River manejó más la pelota a partir de la movilidad de sus volantes que nunca se quedaron quietos: de hecho, D’Alessandro arrancó corrido al medio para posibilitar las subidas de Vangioni por la izquierda, después se abrió sobre la derecha para que Ignacio Fernández vaya por el otro sector y terminó como medio centro para arrimarle juego a Mora y Alario, también movedizos pero sin llegada a fondo.

Antes del primer cuarto de hora del segundo tiempo, Gallardo tocó las teclas buscando modificaciones: entraron el uruguayo Iván Alonso, Bertolo y Pity Martínez por Alario, Ignacio Fernández y Lucho González, buscando acelerar los ataques, ensanchar la cancha y acorralar a Belgrano. Y Alonso justificó su ingreso: a los 23 minutos, Domingo metió un centro al área cordobesa y el oriental de cabeza anotó el descuento cuando el Celeste parecía tener el desarrollo bajo estricto control. Tres minutos más tarde, otro cabezazo de Bertolo a punto estuvo de anotar el empate.

Belgrano perdió por completo la pelota y su antigua apostura. Dejó de atacar y se dedicó a la resistencia al borde de su propia área y cada tanto, a sacar algún contraataque aislado. River lo rodeó y lo peloteó. Pero no pudo concretar la igualdad que tanto buscó y que a la larga mereció. Le faltó aquello que sí tuvo Belgrano y al final, le terminó dando la victoria: una efectividad rotunda en el momento más inesperado de la noche.

Estadio: Mario Kempes (Córdoba).

Arbitro: Diego Abal.

Goles: 13 y 45m Etevenaux (B), 23m Velázquez (B), 25m Domingo (B), 69m Alonso (R).

Cambios: 55m Alonso (6) por Alario y Bertolo (5) por I. Fernández (R), 61m G. Martínez por L. González (R), 63m Prediger por Bolatti (B) y Bieler por Obolo (B) y 73m Luna por Etevenaux (B).