El primero de los tres duelos que comenzaron a disputar Racing y Boca fue para el conjunto de Avellaneda, por el campeonato local, quizás el que menos preponderancia posee en la consideración de ambos. De todas maneras, para el ganador significa no sólo salir del fondo de la tabla, sino el empuje anímico para lo que viene. Para Boca es totalmente al revés: sumó su segunda derrota, no logró acercarse a la cima de la zona 2, y las dudas sobre su juego volvieron a tener un gran interrogante.

El actual campeón llegaba en la curva ascendente a este clásico. Pero nuevamente volvió a tener problemas cuando del otro lado hay un adversario de esa magnitud. Lo que intenta hacer el equipo, saliendo desde el arco con la pelota por abajo y verticalizando desde el medio hacia adelante, es saludable, luego de un inicio de año sin un rumbo definido. Los contratiempos aparecen cuando tiene que transitar los metros finales de la cancha, donde la precisión se diluye. Eso le sucedió ayer, a diferencia de lo que había exhibido ante Newell’s, donde tuvo mucha contundencia.

Fernando Gago se está convirtiendo nuevamente en el armador del andamiaje ofensivo, con traslado y habilitaciones como si fuera un enlace. Cuando el uruguayo Nicolás Lodeiro no está en el campo, todo recae sobre el ex Real Madrid, quien ya en Cali demostró que está recuperando su mejor nivel. Tevez no pudo prevalecer en el juego colectivo, y sólo lo hizo a través de acciones detenidas. En eso tuvo mucho que ver el desempeño de Luciano Lollo, el líder de la defensa de Racing que se encarga de cortar el circuito rival, y también cubrir los espacios que dejan sus compañeros de la última línea.

El fútbol de Racing no está para nada definido. El equipo consiguió la victoria en la única jugada que tuvo el arco como objetivo. Cuando apenas habían pasado nueve minutos, Roger Martínez definió con categoría una asistencia de Grimi. Su esquema se basa principalmente en lo defensivo, con esa línea muy férrea y volantes que colaboran para recuperar la pelota. La inventiva del paraguayo Romero es todo lo que puede aparecer en el punto creativo, o esperar que alguno aporte una genialidad fuera de lo común. Para colmo, la presencia de Milito lo limita mucho en ese aspecto, debido a que el delantero no transita su mejor presente.

Cuando ingresó Bou apostó decididamente todo al contraataque, para aprovechar la velocidad del entrerriano. De esa manera, le cedió la pelota a su rival y se refugió en su campo esperando el final. Con esta actitud, a Racing le va a resultar difícil encadenar éxitos. Boca estuvo cerca de la igualdad en dos ocasiones, pero el arquero Ibáñez apareció ante un tiro libre de Tevez, y después ante una resolución de Chávez. En la tercera, el propio Chávez remató de zurda y la pelota se fue muy cerca del palo.

Ambos equipos volverán a enfrentarse el jueves próximo, ya por la Copa Libertadores, el torneo que los dos tienen como objetivo principal. Sin ser todo lo brillante que le gustaría, Boca dejó apenas una mejor impresión que Racing, y finalmente terminó perdiendo. Los dos están lejos del ideal, aunque los de Rodolfo Arruabarrena parecen estar un poco más cerca de lo que pretenden.

Las dos próximas citas por el certamen continental determinarán si lo que hicieron ayer tiene alguna proyección, para ubicarse al menos en el sitio que pretenden ocupar.

Estadio: Racing.

Arbitro: Jorge Baliño.

Gol: 9m R. Martínez (R).

Cambios: 45m Vismara (5) por Cerro (R), 46m Chávez (5) por Bentancur (B), 61m Bou por Milito (R) y Jara por Pérez (B), 76m De Paul por R. Martínez (R), 78m Carrizo por M. Lucero (B).

Acuña pisa la pelota ante la presencia de Molina Lucero y Meli, que buscan detenerlo en la mitad de la cancha. Foto: Julio Martín Mancini