¿Cuánto de lejos puede llegar Racing si se enamora de algunos resultados, como el empate en el clásico contra Independiente y el triunfo de ayer? Si se cree que viene haciendo las cosas bien porque empató sobre la hora un partido en el que jugó muy mal y ganó otro en el que aportó casi nada al juego, se puede tomar caminos equivocados. Contra Boca, que fue un desastre, Racing encontró un gol (más allá del exquisito taco del colombiano Roger Martínez) y no explotó ninguna posibilidad de contraataque. No ganó bien un partido que debieron perder los dos. No juega bien Racing.

¿Cuánta es la presión que recibe Rodolfo Arruabarrena para querer poner a los mismos jugadores cuando se le presentan casos como éste de tener que jugar dos veces con Racing y una con River en siete días? Dejó afuera a Cubas, a Lodeiro, pero fue a Avellaneda con Tevez y Gago que quedaron muy desgastados para lo que viene que es, justamente lo más importante.

¿A qué juega Boca? Más de una vez tiró centros para la cabeza de Palacios que es un pigmeo, manejó la pelota pero sin acelerar nunca en tres cuartos de cancha, jugó con Tevez demasiado retrasado y mandó a los laterales al ataque permanentemente pero sin intentar desbordes. Pudo haber empatado el partido en una jugada en la que Chávez quedó mano a mano y hasta pudo ganarlo en un par de llegadas más (en una de ella Meli quedó en una excelente posición para pasar la pelota pero pateó mal) pero nada de eso cambia la idea de que jugó mal y que cometió errores infantiles, como la pifia de Meli en la jugada previa al gol de Racing.

¿A quién le ganó Pablo Pérez? Hizo muchos méritos para ganarse la tarjeta amarilla tal como lo hace habitualmente aunque finalmente el árbitro lo amonestó. Y muy poco después, con buen criterio (que otras veces no aplicó), Arruabarrena lo reemplazó ante lo cual dio indudables muestras de fastidio contra el entrenador tratando de que a través de las cámaras de televisión todos se dieran cuenta de su enojo. No estaba jugando bien, el equipo iba perdiendo y encima estaba amonestado y era candidato a la roja. ¿Tan difícil le resultaba darse cuenta de eso?

¿Por qué ataja tan poco Ibáñez? Ayer ocupó el arco por una distensión muscular de Saja que no quiere salir nunca. Y cumplió al punto que se convirtió en la figura de su equipo con una fenomenal atajada a Chávez. Muy bien por él. También cumplieron y recibirán puntajes altos los centrales pero ya se sabe que es más fácil para los del fondo cuando los volantes llevan al 80 por ciento su voluntad defensiva y al 20 por ciento a la ofensiva y sobreprotegen a los defensores.

Ultima pregunta: ¿todavía nadie se dio cuenta en Boca que fue un error la venta de Calleri?