La inestabilidad volvió a apoderarse de River en el torneo. Cuando el equipo había ofrecido una actuación positiva en la altura de La Paz, muy cerca de lograr un triunfo histórico, regresó al llano y desconcertó a sus propios hinchas. En este caso, el empate fue alcanzado en tiempo de descuento, pero lo que terminó quedando fue una exhibición sin ideas de juego claras, y muy lejos de lo que pretende el entrenador Marcelo Gallardo. Si bien se encontró con varias oportunidades para convertir, colectivamente fue para el olvido, y los nombres de mayor peso no pudieron hacer la diferencia.

La acumulación de hombres en ofensiva cuando se acercaba el final, terminó generando desorden, confusión y desprolijidad. Sin conducción, sin convicción, y sin espontaneidades, todo se le hace muy difícil a River.

D’Alessandro jugó desde el inicio, pero no pudo liderar a sus compañeros con un fútbol preciso, y terminó siendo reemplazado debido a que no lograba prevalecer en el circuito de ataque. Y si se toma como referencia lo que pasó la semana pasada en Santa Fe, ante Colón, fueron mínimas las mejoras en el rendimiento general.

El nivel de Mammana fue de lo más destacado del local. El defensor anticipó bien tanto a Silva como a Simeone, y mostró seguridad cuando tuvo que salir jugando desde el fondo. El juvenil pudo participar apenas en el primer tiempo, ya que no estuvo en la parte final por una lesión. El uruguayo Mora, que cumplió una gran noche ante The Strongest, no tuvo la misma reacción ni tampoco la misma precisión que frente a los bolivianos. El fue el que ejecutó el penal que le cometieron a D’Alessandro, pero su remate se fue muy alto.

Su compañero de ataque, Alonso, no pudo romper con esa medianía y su intervención fue escasa. Inclusive, cuando estuvo cerca del gol, con un cabezazo, la tiró por arriba del arco.

El equipo hace tiempo que no luce, y la línea de juego que tuvo en el comienzo del ciclo Gallardo no puede ser sostenida con continuidad. Más allá de que ahora hay otros jugadores, el esquema no se cumple como al principio. Un cabezazo de Driussi que dio en el palo fue lo más rescatable en toda la primera etapa. Y cuando la derrota parecía segura, el ingresado Alario marcó la igualdad con un golpe de cabeza, anticipándose en el primer palo luego de un tiro libre ejecutado por Viudez.

Banfield, que fue dirigido por última vez por Claudio Vivas para dejarle el lugar a Julio Falcioni, conoce sus limitaciones y las trató de disimular en todo momento. Su error principal fue retrasarse en el final sumando jugadores con perfil defensivo, lo que le permitió al local llegar al empate. Con muchos juveniles, entre los que se destacaron Iván Rossi (el mejor de la cancha) y Thomas Rodríguez (hijo de Leonardo Rodríguez), se las ingenió para disputarle la posesión de la pelota a su rival, y lo consiguió en muchas oportunidades.

Los del Sur sorprendieron a los tres minutos del segundo tiempo, con una gran combinación entre Colela y Simeone, que terminó con un centro al área del defensor para el cabezazo goleador de Silva. Con la igualdad, River comenzó a despedirse de la chance de lograr el título.

Estadio: River.

Arbitro: Juan Pablo Pompei.

Goles: 48m Silva (B); 90m Alario (R).

Cambios: 46m G. Martínez (5) por Mammana (R), 69m Alario por Mora (R), 76m Viudez por D’Alessandro (R), 77m L. Gómez por Simeone (B), 81m R. Morales por Erviti (B), 84m J. Rodríguez por T. Rodríguez (B).

Incidencias: 27m Mora (R) erró un penal.