Lunes, 21 de marzo de 2016 | Hoy
FúTBOL › DERROTó EN LA FORTALEZA POR 2-0 A BOCA Y LO DEJó EN LA OSCURIDAD
El conjunto de Almirón tuvo un comienzo electrizante y en apenas tres minutos le hizo saltar la térmica a los dirigidos por el Mellizo Guillermo, que chisporrotearon en la primera parte y terminaron apagándose por completo en el complementario.
Por Juan José Panno
Si este Lanús agrandado está por lo menos un gol por encima de este Boca sin brújula quedó demostrado en apenas cuatro minutos de juego. Porque en ese lapso tan breve el equipo local desplegó su potencial ofensivo mientras el visitante exponía todas sus flaquezas y debilidades y liquidó la cuestión. Bastará con repasar los dos goles para entender que Lanús se mueva en tierra firme y Boca trastabilla en aguas pantanosas de esas que se parecen a una ciénaga.
En el primer gol, apenas al minuto y medio de juego el dueño de casa, que había asumido la iniciativa hizo circular la pelota con toques cortos y precisos hasta que se la hicieron llegar a Lautaro Acosta (arrancó el partido como wing izquierdo) mientras Boca miraba y Jara no se daba cuenta de lo evidente: que la pelota iba a ir para ese lado. Acosta tiró el centro, el balón rebotó en Tobio y le volvió a él, que no demoró en acomodarse y mandar el derechazo contra el primer palo de Orion que estaba un poco tapado y otro poco mal parado.
El segundo gol fue a la salida de un corner, pero se debe puntualizar que ese tiro de esquina llegó por un mal cierre de Jara (se pasó de largo cuando fue a rechazar) que le dio la posibilidad de rematar a Almirón y que no fue gol porque Orion salió a cubrir (esta vez bien) el primer palo. Lo demás se vio mil veces por la tele: corner de Velázquez, toque de Almirón en el primer palo, descuidado, y pechazo de Sand sobre la línea.
Cuatro minutos nada más para que flotara en el ambiente de Lanús la fuerte sensación de que la cuestión ya estaba cerrada y que los hinchas se empezaran a frotar las manos pensando en una goleada histórica con el simple hecho de aprovechar los contraataques. Si Almirón hubiera concretado el mano a mano que tuvo después de llevarse una pelota que Insaurralde trabó sin fuerza ni convicción, tal vez sí Lanús podía haber armado un festival inolvidable. Pero eso es pura fantasía. Porque Boca también tuvo sus oportunidades para meterse en el partido. En una Tevez no pudo frenar un pase de gol a Jara y permitió que Monetti se quedara con el balón y la otra en un tiro libre bien pateado por Lodeiro que devolvió el travesaño.
Una mirada contaminada por el fanatismo boquense puede hacer pensar que Lanús ganó porque el rebote en Tobio en el primer gol jugó a favor y el travesaño jugó en contra de Boca en ese remate, pero no dejaría de ser una mirada sesgada. Cualquier observador neutral sabe muy bien que Lanús jugó mejor que Boca, que ocupó mejor el terreno, fue más rápido, mucho más preciso en el manejo del balón y reguló el encuentro a su comodidad. Los mazazos de los dos primeros goles fueron demasiado para el conjunto de los mellizos, cuyos jugadores no saben muy bien qué trole hay que tomar para seguir y se equivocan muy seguido con la pelota.
La apuesta a los tres de punta con Daniel Osvaldo por el medio, Carrizo abierto y Tevez entrando y saliendo no salió bien, aunque dejó un estrecho margen para el optimismo en un ratito en el que se dieron algunas jugadas asociadas por el medio, con toques precisos de espalda de Osvaldo para Tevez, Lodeiro o Carrizo. Lo poquito que produjo Boca ofensivamente fue por el medio, casi nunca por las puntas. Hubo un centro de Jara que no pudo frenar a Gómez y pudo terminar en gol y no hubo más de Jara. Y Silva terminó todo mal cuando tiró centros (¿tiene mucho futuro Silva en Boca?) Enfrente Lanús cuenta con laterales que suben con la certeza de que el dos-uno con el wing de su lado complica a los laterales contrarios y más si esos laterales son flojos.
Lanús sumó una nueva victoria sin sobresaltos. Tal vez se le puede reprochar que dejó en blanco varios pasajes del segundo tiempo, seguro de que Boca pegaba con guantes de algodón, pero lo que no se le puede negar es que ganó merecidamente. Y que supo cómo demostrar que está muy por arriba de Boca, en la tabla y en el juego.
Estadio: Lanús.
Arbitro: Fernando Rapallini.
Goles: 1m Acosta (L), 3m Sand (L).
Cambios: 52m Aguirre por Mouche (L), 66m Palacios por Lodeiro (B), 75m Bentancur por Carrizo (B) y Benítez por Sand (L), 83m Chávez por Pérez (B), 85m Ayala por Martínez (L).
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