Los jóvenes suelen ser la plataforma en la que se depositan las expectativas futuras, y cuando su participación es más activa el horizonte puede vislumbrarse diferente. La idea de Boca, seguramente, es transformar a sus promesas en las estrellas principales, más allá de que el principio de la proeza pueda ser complicado. Las ausencias obligadas de los más grandes, en muchas casos por diferentes inconvenientes físicos, y otros para preservarlos por esa obsesión llamada Copa Libertadores, hacen que el plantel afronte el desenlace del campeonato con muchos juveniles. En el caso de ayer ante Huracán, el club presentó a 11 chicos surgidos de las inferiores, entre los 18 habilitados para participar.

El punto fundamental es que ellos puedan aprovechar las oportunidades que le brinda el entrenador. Frente a los de Parque Patricios, fueron pocos los que pudieron sobresalir, e inclusive su rendimiento estuvo por debajo de lo que el conductor ansía.

Nahuel Molina, Alexis Messidoro, Cristian Erbes, Julián Chicco, Nicolás Colazo, Sebastián Palacios, Nicolás Benegas (estos fueron titulares), más Ramiro Martínez, Christian Moreno, Pedro Silva Torrejón y Rodrigo Bentancur, todos formados en la institución, fueron los que tuvieron la responsabilidad de enfrentar a Huracán, que presentaba a sus mejores hombres luego de la eliminación del certamen continental.

El mérito de estos jóvenes fue que en muy pocos pasajes fueron superados con claridad por su adversario, aunque quedaron en deuda con el nivel exhibido. Si el entrenador Barros Schelotto pretendía evaluarlos para que puedan ser tenidos en cuenta en el grupo principal, no se habrá ido demasiado conforme.

Las equivocaciones y la falta de inteligencia para poder prevalecer fueron una constante, y el juego se hizo demasiado deslucido. Para colmo, si bien contaba con más experiencia en sus nombres, Huracán tampoco logró tener el control de la situación. Más allá de que contó con las mejores chances para convertir, falló en el momento de la definición frente al arco de Sara.

La meta de Boca está centrada en Nacional de Uruguay, el próximo jueves, para tratar de acceder a las semifinales de la Copa, mientras que la corona local que mantiene desde el año pasado le quedan pocas semanas de permanencia.

Huracán, que desde que ascendió se muestra como un conjunto competitivo tanto en el país como en el exterior, no puede ganar en la cancha de Boca desde hace seis años. El equipo estuvo muy cerca de romper esa racha ayer, pero su jugador más peligroso, Ramón Abila, estuvo bien controlado por los defensores locales.

Boca también intentará cortar un historial negativo ante los uruguayos en series internacionales, y poder dar así un paso más hacia la cumbre de América.

Estadio: Boca.

Arbitro: Mariano González.

Cambios: 65m Bentancur por Erbes (B), 69m R. Gamarra por Montenegro (H), 80m Silva Torrejón por Colazo (B), 84m Chacana por Fritzler (H).

Palacios trata de dominar la pelota ante la marca de Montenegro. El de Boca tuvo una oportunidad para convertir pero falló.