Las Leonas, el seleccionado argentino femenino de hockey sobre césped, se quedaron con el Champions Trophy disputado en Moenchengladbach, Alemania, al aplastar al seleccionado local 6-2 en una inolvidable final que devolvió al primer plano al equipo que ahora conduce Gabriel Minadeo. Nuevamente se destacó Luciana Aymar, quien fue elegida como la mejor jugadora del torneo, dentro de un equipo que jugó uno de los mejores partidos de los últimos tiempos ante el actual campeón olímpico.

“Jugamos una gran final. Este es el nivel que pretendemos para el equipo cuando arranquen los Juegos Olímpicos”, afirmó el entrenador y explicó: “Somos conscientes de que aún hay cuestiones por ajustar. Nos falta trabajo en las formaciones fijas, todavía hay desatenciones en defensa. Pero todo se irá corrigiendo a medida que se acerquen los días para el comienzo de la competencia”.

De esta manera, Las Leonas obtuvieron su segundo Champions Trophy después de la conquista en 2001, en Holanda. A su vez, fue el primer título de la era Minadeo, justo en el certamen previo a la cita más importante que tendrá este período, los Juegos de Beijing.

“Intentaremos ocupar un lugar en el podio, al igual que Alemania, Holanda, China y Australia. De esos seleccionados saldrá, seguramente, el ganador de la medalla de oro”, reconoció Minadeo.

Las Leonas jugaron una final extraordinaria de punta a punta. Con Aymar como abanderada, el equipo argentino dominó el partido desde el inicio. A los 4 minutos llegó el 1-0 con una gran jugada de la rosarina, que terminó en un buen remate de Soledad García. Poco duró la alegría porque 60 segundos más tarde Beermann empató para las alemanas. Pero rápidamente Argentina volvió a imponerse con un tanto de Gulla y otro de Rebecchi que cerraron el primer tiempo 3-1 para Argentina.

En la segunda parte, nuevamente Gulla, en dos ocasiones, y Burkart completaron la cuenta y alimentaron una gran ilusión con miras a Beijing, donde Las Leonas tratarán de subir por tercera vez consecutiva al podio, después de lograr la medalla de plata en Sydney 2000 y la de bronce en Atenas 2004. “El Champions Trophy es el tercer torneo en importancia, después de los Juegos y el Mundial. Pero, más allá del título, tengo la satisfacción por cómo jugaron. Eso me pone muy contento y sirve para que las chicas sientan que vamos bien. No hay que quedarse con esto y seguir creciendo”, resumió Minadeo.