Lewis Hamilton resultó el más “afortunado” en la ruleta en la que se convirtió, a causa de la lluvia, el Grand Prix de Mónaco de Fórmula 1: logró un ansiado triunfo, frenó la racha de cuatro triunfos consecutivos de Ferrari y se convirtió en líder del campeonato. El piloto del equipo McLaren-Mercedes sumó su segundo triunfo del año y el sexto de la marca en los últimos 11 años en el Principado, por delante del polaco de BMW Robert Kubica (acaso el único de los pilotos de punta que no se equivocó a lo largo de toda la carrera) y de la Ferrari del brasileño Felipe Massa, que había largado desde la pole-position.

“Este triunfo siempre será uno de los grandes momentos de mi carrera. Es una sensación increíble”, dijo Hamilton. “Nunca me había divertido tanto en un Grand Prix”. El británico se repuso a un toque contra el guard-rail, en el que se rompió el neumático trasero derecho de su máquina, cuando apenas se llevaban corridas cinco vueltas.

Los pronósticos se cumplieron y la lluvia apareció para convertir la carrera en el Principado en una locura, la primera sobre piso mojado tras la abolición del control de tracción. Hamilton superó a un Raikkonen encogido por la lluvia, mientras Massa defendió su primera posición.

En la vuelta 7, Alonso (Renault) sufrió el mismo percance que Hamilton y en la 9 se produjo un violento accidente entre David Coulthard (Red Bull) y Sebastien Bourdais (Toro Rosso). Raikkonen recibió una sanción que le hizo perder posiciones, dejando a Massa y a Kubica en las dos primeras posiciones bajo el agua. En el giro 15, Massa cometió el primer error y fue superado por Kubica. Raikkonen repitió el problema de su compañero, chocó y se vio obligado a cambiar el alerón delantero. Luego llegaron los reabastecimientos y Hamilton aprovechó para tomar la punta.

Massa optó por una estrategia de una sola parada, pero la ventaja que sacó Hamilton, superior al medio minuto, le dio al británico suficiente margen como para sostenerse en la vanguardia. En la ruleta en que se había transformado la carrera, sorprendía el firme avance del alemán Adrian Sutil –de diestra conducción en la lluvia– que ponía a su Force-India en el quinto lugar.

Faltando 32 giros, Alonso puso neumáticos de piso seco. Fue el primero en tomar una medida arriesgada, porque la pista no estaba aún completamente seca. Pero Renault no tenía nada que perder. Luego lo imitaron otros. Al rato, Hamilton y Kubica copiaron la estrategia. Massa se vio obligado a hacerlo también, entró en boxes y con eso dijo adiós a su opción de ganar la carrera.

El fuerte accidente del Williams de Nico Rosberg obligó a salir al coche de seguridad, cuando faltaban apenas 16 giros. Todos los coches se agruparon para un “mini Grand Prix” en condiciones normales –en seco– y de poco más de diez minutos, los que restaban para cumplirse las dos horas de carrera reglamentarias. En el relanzamiento, Raikkonen, que iba quinto, bloqueó los frenos y se llevó por delante a Sutil, que ya estaba cuarto. El alemán –hijo de uruguayos, con un abuelo argentino– vio cómo se acababa la carrera de su vida. “No puedo creerlo, es una pesadilla”, dijo Sutil, llorando amargamente tras el abandono.

La Carrera

F-1. 6ª fecha, Mónaco.

76 vueltas, 253,840 km.

Promedio del ganador: 126,170 km/h.

Record de vuelta: Raikkonen, en la 74ª, 1m16s689 a 156,789 km/h.

Campeonato: Hamilton, 38 puntos; Raikkonen, 35; Massa, 34; Kubica, 32; Heidfeld, 20; Kovalainen, Webber, 15.

Constructores: Ferrari, 69 puntos; McLaren-Mercedes, 53; BMW-Sauber, 52; Williams, Red Bull-Renault, 15; Toyota, Renault, 9.

Próxima carrera: 8 de junio en Montreal.