[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Gisela Dulko, durante cuatro rondas la única jugadora latinoamericana en los individuales femeninos del Abierto de tenis de Francia, abandonó la lucha a causa de una lesión cuando perdía ante la francesa Marion Bartoli (11º) 7-5, 1-0 en Roland Garros. El último argentino que queda en carrera en París, Juan Ignacio Chela, jugaba hoy en primer turno en la cancha Suzanne Lenglen contra el colombiano Alejandro Falla, buscando un lugar en cuartos de final.

Ya avanzado el primer set, la jugadora de Tigre pidió asistencia médica durante algunos minutos a un costado de la cancha del central Philippe Chatrier. “Pasó que en 2-1 en el primer set sentí como si tuviera una roca en la pierna. Después, cuando iba perdiendo 7-5 y 1-0 decidí abandonar, no podía seguir jugando de esa manera, no quise arriesgarme”, explicó, contrariada.

Dulko, que había llegado a octavos de final de la prueba del Grand Slam en 2006, estaba jugando un torneo con aspiraciones. En el primer set, Bartoli quebró el saque de la sudamericana en el segundo game (2-0); no obstante, esta última se recuperó y le devolvió el cumplido inmediatamente en el tercero (2-1 abajo), y no se amilanó y puso el 2-2 en el marcador con su saque.

Pero en el sexto juego, Bartoli logró un nuevo break para colocarse arriba 4-2 y después le costó mucho mantener su servicio para colocarse 5-2. En ese momento, la bonaerense tuvo que ser tratada de su pierna izquierda y le colocaron un vendaje.

“Me hicieron una ecografía (tras el partido), pero todavía es muy pronto para ver si hay algo, por lo que mañana (por hoy) me harán otra. Entonces veré si puedo jugar en dobles (hoy, junto a la italiana Flavia Pennetta)”, explicó.

El tratamiento fue efectivo, porque la última latinoamericana en liza en los individuales parisinos mantuvo su saque y quebró en 5-4 abajo en el noveno game para seguir a 5-5.

Lamentablemente para los intereses de la rubia rioplatense, la local volvió a quebrar en el duodécimo juego para cerrar el largo parcial por 7–5 en casi una hora de juego. La francesa dominaba a la argentina claramente por 4-0 en sus duelos previos, jugados tres sobre superficie dura y otro sobre césped, entre 2005 y 2010.

Después, en el segundo parcial, la argentina, muy sentida de su muslo izquierdo, decidió abandonar la prueba cuando su rival estaba 1-0 arriba. “Estoy asustada, no sé qué tengo, y fue acá en Roland Garros, es triste. Tenía chances, ella siempre me había ganado, pero sobre polvo de ladrillo podía ganarlo yo.”