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Lunes, 29 de agosto de 2011

CONTRATAPA › SE PONE EN MARCHA EL US OPEN EN NUEVA YORK

Tormenta de tenis

El paso de Irene no impedirá que el último Grand Slam de la temporada arranque hoy, con Novak Djokovic como gran candidato. Juan Mónaco y Horacio Zeballos, los argentinos quedebutan en esta jornada.

 Por Sebastián Fest

Desde Nueva York

Las preguntas son muchas, y no se trata sólo de saber qué pasará al final con el huracán Irene. No, la mirada está puesta en un Abierto de tenis de Estados Unidos que comienza hoy en una Nueva York de ambiente cargado y tropical, ofreciendo una importante serie de incógnitas.

¿Está recuperado Novak Djokovic tras sus problemas físicos en Cincinnati? ¿Puede recuperar la confianza ganadora Rafael Nadal tras una pobre gira norteamericana? ¿Cerrará Roger Federer 2011 sin títulos de Grand Slam? ¿Dará por fin el gran salto Andy Murray?

Preguntas, preguntas y más preguntas, todas apuntando al torneo masculino, ninguna al femenino, exponente de un circuito sin líder ni demasiada lógica. Algunas respondidas por el británico Murray, el único del cuarteto que aún no se estrenó ganando un Grand Slam.

“Federer no está jugando bien, Rafa está complicado y el hombro de Djokovic tiene problemas, pero sé que llega el lunes y todos estarán bien”, analizó el escocés, finalista en Australia y semifinalista en Roland Garros y Wimbledon este año.

“Tengo una posibilidad de ganar, seguro”, añadió el número cuatro del mundo, que al igual que sus colegas no pudo pisar ayer Flushing Meadows, herméticamente cerrado por el huracán Irene. Así, su entrenamiento fue bajo techo en un club privado de Manhattan, al igual que varias otras estrellas. Para el pelotón del circuito, en cambio, sólo quedaba la esperanza de volver hoy a los entrenamientos en el torneo.

La recta final del tenis masculino en 2011 es el remate de una historia ya escrita: Djokovic, el hombre que ganó nueve torneos y perdió sólo dos partidos, tiene ya asegurado el número uno. Pese a ello, es una recta final muy atractiva.

No sería lo mismo para el serbio terminar el año con tres de los cuatro Grand Slam en su bolsillo que con dos. Y menos si Nadal defiende el título ganado en 2010 y pone un empate a dos en cuanto a grandes este año. El español, siempre prudente y con algunos problemas aún en el pie izquierdo que lo afectaron en Wimbledon, confía sin embargo en un buen torneo.

“Me siento bien, la verdad es que me siento bastante bien, creo que estoy dando pasos bastante grandes hacia adelante”, aseguró Nadal, quien admitió que hubiera necesitado algunos partidos más antes de Nueva York. Pero, optimista, cree que haber jugado poco también puede beneficiarlo.

“A lo mejor es bueno para llegar aquí con la mente más fresca”, aventuró Nadal, beneficiado con un buen sorteo que lo sitúa ante Murray en unas potenciales semifinales, en las que Djokovic y Federer deberían eliminarse. “Las cosas parece que van.”

Lo único que no “va” es su duelo con Djokovic, ante el que perdió las cinco veces que jugó este año, todas en finales.

“Creo que tuve un año fantástico, pero no estoy satisfecho con cómo jugué contra él”, reconoció Nadal, quien, a diferencia de Federer, tendrá más tiempo para preparar su debut.

El suizo se presenta hoy en la cancha central ante el colombiano Santiago Giraldo. Superada la barrera de los 30, su tenis está ofreciendo algunos resquicios de debilidad no habituales hace un tiempo. Pero Federer es Federer, y a la estadística de que sólo ganó un torneo menor este año (Doha), se puede contraponer su gran victoria sobre Djokovic en las semifinales de Roland Garros.

“¿Los 30? No cambian nada, es sólo un número”, aseguró el ex número uno y cinco veces campeón del US Open, quien dice tener “todo bajo control”, al tiempo que comenta que el cemento de Flushing Meadows es este año “un poco más lento”.

Las derrotas inesperadas y en instancias más tempranas que antes le resbalan a Federer. El suizo jura tener “tanto hambre de ganar como siempre” y dice que jugará “muchos años más”, ya que su técnica y su físico se lo permiten tras haber sido “muy profesional con los entrenamientos, masajes, dieta, horas de sueño y todo eso”.

Es menos favorito que antes, pero no hay dudas de que es candidato, etiqueta que el suizo prefiere quitarle a Juan Martín del Potro, campeón en 2009 y de regreso al US Open tras perderse casi todo 2010 debido a una lesión.

“Sería injusto ponerlo como uno de los favoritos. Creo que está jugando bien, pero también que probablemente necesita un poco más de tenis. A partir de cuartos sería una amenaza para ganar el torneo, pero ponerlo antes como favorito...”

Porque el gran favorito, claro está, es Djokovic, el único de los cuatro grandes que no habló en el fin de semana previo al torneo, porque la amenaza del huracán le vació la audiencia de periodistas y él mismo prefirió irse a un lugar seguro a tiempo para seguir preparando su particular tormenta de tenis.

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