Martín Jaite, capitán del equipo argentino de Copa Davis, consideró que es “muy difícil” que surjan la “cantidad y calidad” de tenistas que conformaron la denominada Legión, pero vaticinó que el “futuro” es “muy bueno”, en una semana decisiva para el equipo nacional, que se juega la posibilidad de acceder a las semifinales de la Copa Davis ante Croacia.

“Los juveniles vienen muy bien. A veces se dice, ‘atrás de (Juan Martín) Del Potro no viene nada’, pero hay que ver comparable a qué. Si lo comparamos con lo que fue la Legión, donde durante un tiempo tuvimos a cuatro jugadores entre los top-ten y tantos jugadores en Grand Slam, es difícil tener esa cantidad y esa calidad de jugadores”, dijo.

“Hay una camada muy buena de juveniles que está surgiendo, como los (Facundo) Argüello, (Agustín) Velotti, y otra un poquito más grande, que son los (Facundo) Bagnis, (Federico) Del Bonis o (Guido) Pella, y luego camadas de 12 y 14 años, que son buenos. El futuro del tenis argentino es muy bueno.”

El tandilense Juan Mónaco, semifinalista en el Masters 1000 de Miami, completó ayer por la mañana el equipo. Pese a su buen presente –hoy aparecerá en el ranking en el 16º puesto–, Mónaco aguardará su oportunidad de juego, pues en la primera jornada, de acuerdo con lo insinuado por el conductor argentino, los singlistas serán Juan Martín Del Potro y David Nalbandian. Juan Ignacio Chela y Eduardo Schwank completan el equipo, que proseguirá hoy con los entrenamientos.

Jaite –que vivió su adolescencia, durante la última dictadura militar, en Barcelona– rescató de los españoles “su humildad. Los españoles tienen algo que nosotros tenemos que aprender, que es la humildad. Son gente muy simple y eso se nota en los jugadores de tenis, y nosotros eso tenemos que aprenderlo”, dijo Jaite, que de todas maneras aclaró que, pese a vivir en una sociedad “exitista”, los tenistas argentinos tienen esa cualidad.

“A pesar de lo que estoy diciendo, y a pesar de todo lo que puede parecer, nuestros jugadores son muy humildes; pasa que también vivimos en una cultura diferente de la española, muy exitista y con mucha euforia”, señaló.

“La vida en Barcelona me marcó más allá de lo tenístico, fue un cambio de vida muy grande, y no por elección mía, sino de mis padres, empujados por lo que tuvo que ver con el golpe militar. Nos marcó mucho eso”, explicó Jaite.

En esa época visitó la Argentina para participar de torneos juveniles representando a España. “Estoy muy agradecido porque aprendí mucho de ellos. Se estaban organizando a nivel país y obviamente en lo deportivo. Yo tomo muchas cosas de España, de lo que fue el orden y el compromiso.”