La Selección Argentina de básquetbol arrancará hoy, en simultáneo, dos ilusiones muy distintas y con objetivo diferentes. En Colombia, con un equipo y un cuerpo técnico alternativo, buscará el título del torneo Sudamericano, certamen que obtuvo la pasada edición (ver aparte). Y en Salta, sin Emanuel Ginóbili, pero con el mejor plantel disponible y con la conducción de Sergio Hernández, comenzará la preparación para el Mundial de Turquía, un certamen muy particular, que tiene muy preocupada a la FIBA debido a las numerosas bajas que sufrirán las principales selecciones.

Hace unos años, la intención del ente que gobierna el básquetbol fue sumar a la NBA para agregarles interés a sus torneos. Sin embargo, esa decisión lo llevó a tener que elegir sedes en mercados con poca pasión, como se vivió en los Mundiales de Indianápolis 2002 o Japón 2006. Entonces, la ecuación “derechos televisivos fuertes con estadios vacíos” no terminaba de cerrar. Por eso, la idea de llevar el certamen a Turquía, un país con seguidores muy fanáticos, que ya agotaron buena parte de las entradas disponibles, buscaba compensar ese déficit. Lo que no contaba la FIBA es que su nuevo socio sería el principal enemigo para el éxito de su campeonato insignia.

Una de las cláusulas del acuerdo FIBA-NBA incluía que las franquicias de la liga estadounidense debían ceder sin condicionamientos a sus jugadores para el Mundial. Sin embargo, con el correr de los años, las presiones hacia las estrellas con sueldos multimillonarios fueron creciendo, hasta llegar a su máxima expresión para esta edición. Por eso, la conocida baja de Ginóbili en la Argentina es una más entre las notorias ausencias que tendrá el torneo: Pau Gasol no estará en España, Andrei Kirilenko no jugará para Rusia, Beno Udrih se bajó de Eslovenia, Tony Parker y Ronny Turiaf no representarán a Francia y Dirk Nowitzki y Chris Kaman no lo harán por Alemania. Lo de Nowitzki causó mayor pesar en la FIBA, ya que invitó especialmente a los germanos al certamen por lo que significaba tener al ala-pivote de Dallas. Por otros motivos, Lituania también irá debilitada por las bajas de los mellizos Lavrinovic y Ramunas Siskauskas.

“Las bajas me sorprenden, me duelen y me molestan”, comentó Hernández sobre la situación. “La NBA no considera al Mundial como el torneo más importante, sino a los Juegos Olímpicos. Tienen el mejor basquet, pero se creen los únicos y no es así. Los amantes del básquetbol estamos dolidos. Más allá de que debilite rivales, no me causa ninguna alegría que se sigan bajando jugadores”, destacó el entrenador argentino, que calificó a la situación de Ginóbili como una de las más dolorosas: “Cualquier ausencia en el Mundial es significativa, pero ninguna supera en magnitud a la de Ginóbili y Gasol, por los títulos ganados e incidencia en el equipo”.

Claro que la máxima decepción para la FIBA es la propia Estados Unidos. De los doce jugadores que obtuvieron la medalla dorada en Beijing, entre los que estaban las megaestrellas Kobe Bryant, LeBron James, Dewayne Wade, Dwight Howard, Chris Paul y Carmelo Anthony, entre otros, ninguno estará en Estambul, lo mismo que Amare Stoudemire, por “motivos profesionales, físicos, personales y familiares”, según expresó Jerry Collangelo, máxima autoridad de USA Basketball. Por eso, el equipo estadounidense, liderado por Rajon Rondo y Lamar Odom, estará compuesto por muy buenos jugadores de la NBA, pero lejos de conformar un Dream Team.

Ante ese panorama, el conjunto de Hernández puede calzarse sin inconvenientes el traje de candidato. Si bien se presume que tendrá una rotación corta, con pocos jugadores actuando durante muchos minutos, el quinteto inicial es de primer nivel. “Podemos ser campeones del mundo”, vaticinó Luis Scola, el capitán argentino. “No tenemos menos que nadie”, remarcó el jugador de Houston Rockets. En un sentido parecido se expresó Carlos Delfino, que ocupará la plaza de Ginóbili en el equipo titular. “Nos falta el as de espada, pero los rivales igual se siguen encontrando con caras pesadas”, señaló el santafesino, que consideró que Argentina podrá disimular mejor que otros la ausencia de su estrella. “Seguimos teniendo talento y creo que hay otras selecciones que perdieron más”, sostuvo el jugador de Milwaukee.

Para ratificar esos dichos, el equipo comenzará a prepararse desde hoy en Salta, con la presencia de los bases Pablo Prigioni y Juan Pablo Figueroa, los escoltas Paolo Quinteros y Delfino, los aleros Hernán Jasen, Federico Kammerichs y Andrés Nocioni, los ala-pivotes Scola y Leo Gutiérrez y el pivot Fabricio Oberto. Los primeros compromisos serán el 3 y el 4 de agosto en el marco del Súper 4, certamen en el que también intervendrán Puerto Rico, Uruguay y Brasil. Para ese momento, ya se habrán sumado los bases Juan Fernández y Juan Pablo Cantero, los aleros Marcos Mata y Matías Sandes y los pivotes Juan Gutiérrez y Román González, todos afectados al equipo del Sudamericano. De todos esos nombres surgirán los doce que viajarán a Turquía a buscar, otra vez, un lugar en el podio.