Lunes, 7 de septiembre de 2015 | Hoy
BASQUETBOL › BASQUETBOL EL SELECCIONADO ARGENTINO DERROTó POR 90-87 A URUGUAY
Por el primer partido de la segunda fase del Preolímpico de México, el equipo de Hernández logró su quinta victoria al hilo. Nocioni y Scola, las figuras del equipo nacional que hoy, desde las 14, se enfrentará con Panamá.
Por Adolfo Morales
Desde México D.F.
El seleccionado argentino de básquetbol conservó ayer su invicto en el Preolímpico México 2015, tras ganarle en forma ajustada el clásico rioplatense a Uruguay por 90-87, en partido válido por la primera fecha de la segunda fase del certamen que clasificará a dos representantes para Río de Janeiro 2016. El conjunto nacional sumó así su quinta victoria consecutiva de la mano de un siempre efectivo Luis Scola, que terminó con 26 puntos (22 en el primer tiempo), 13 rebotes, 2 asistencias, 2 bloqueos y un recupero. Pero, sin dudas, el alero Andrés Nocioni, quien concluyó con 22 tantos y 8 rebotes, se erigió en el valor más destacado del combinado argentino, que hoy desde las 14 (hora de Argentina) se enfrentará a Panamá.
Sin Nocioni desde el comienzo (preservado por una ligera molestia física), Argentina apostó al ingreso de Leonardo Mainoldi para sacar rédito de los tiros a distancia. Después de un arranque prometedor de Scola (4-2), a los 2m30s, al equipo albiceleste todo le resultó complicado. Con poca circulación de la bola y trabado en ataque, Argentina empezó a depender casi en exclusiva de lo que pudiera diseñar su emblema: el inoxidable Scola. Por el contrario, Uruguay se movió muy bien dentro de su libreto: presionó en forma asfixiante en la línea de pases y sacó mucho rédito en la defensa dura bajo el canasto, con un Calfani encendido (6 puntos, 7 rebotes), más la ayuda de Reque Newsome (4 tantos).
A falta de un 1m33s, el equipo del juninense Capelli era amo y señor de las acciones y ganaba 18-12. Solamente un pequeño show del ala pivote de Toronto Raptors (que terminó ese primer parcial con un acumulado de 13 puntos, 5 rebotes, una asistencia y un bloqueo) le permitió a la Argentina irse decorosamente uno abajo (18-19) al cierre del primer parcial.
Pero si el dominio charrúa fue nítido en el primer segmento, en el segundo, decididamente, fue abrumador. El equipo del bahiense Hernández continuó “abollando” el aro (recién Nocioni convirtió un triple en el décimo intento grupal) y la rotación dispuesta por su colega Capelli (futuro DT de Boca en LNB) rendía éxito. Uruguay mandaba por 38-28, con un doble del pivote Wachsmann (6), a falta de 3m13s. Incluso, la ventaja uruguaya podría haber sido más generosa si el alero Mauricio Aguiar (Regatas Corrientes) hubiera estado más certero desde la línea de libres (3-9). A pesar de una pequeña reacción insinuada por dos triples de Facundo Campazzo (37-44), Argentina quedó preocupada no sólo por el flojo rendimiento colectivo sino también por las infracciones personales de Patricio Garino (4) y del rendidor Scola (3).
En la reanudación, el DT argentino mandó al rectángulo a Nicolás Richotti. Y el jugador del Tenerife español aportó soluciones provisorias (3 puntos, una asistencia) para recortar la distancia a 46-48), a 6m50s. El estado de gracia se prolongó y sendos triples de Mainoldi y Nocioni (aun exhibiendo dolor cada vez que corría) permitieron el empate 52-52, cuando quedaban poco menos de 5 minutos. Argentina había regresado al partido.
Un triple de Campazzo posibilitó pasar al frente después de mucho tiempo (55-54). Y la mano de Richotti más un cacheteo de Scola (descansó bastante en el tercer cuarto) le permitió al equipo albiceleste estirar a 64-59 (a 1m15s), en una diferencia impensada por los méritos de uno y otro.
Uruguay no se rindió, tal su estilo. Con apariciones de un Calfani (5) cada vez más gravitante en el equipo, el cuadro celeste se fue arriba por ventaja mínima (67-66).
El equipo de Capelli comenzó con todo el último parcial. Metió una ráfaga 7-0 en apenas dos minutos (74-66). El santafesino Nocioni siguió activo y metió un triple (3) para achicar las cifras a 71-76 (quedaban más de 6 minutos).
Desde el banco argentino se apostó a la doble base (Laprovíttola-Campazzo) para ganar en fluidez. La lucha bajo los tableros se emparejó y un doble de Garino, entreverado en zona de gigantes, dejó tablas en 80, cuando restaban 3m25s. La paridad continuó siendo denominador común. Dos libres de Nocioni dieron luz de tres (87-84) a 1m50s. Otros dos lanzamientos del base Fitipaldo (Obras Basket) descontaron en la pizarra, cuando quedaban 17s. La historia quedó sentenciada cuando Campazzo diseñó un robo a Fitipaldo, a falta de 7s. Con sufrimiento ganó la Argentina y sigue invicta.
Estadio: Palacio de los Deportes (México DF).
Arbitros: Seibel (Canadá)-Weiland (Canadá)-Locatelli (Brasil)
Progresión: Argentina 18-19, 37-44, 66-67 y 90-87.
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