El español Fernando Alonso y Renault no pudieron concretar el deseado sueño de impedir que el alemán Michael Schumacher y Ferrari consiguieran una nueva victoria, en el Grand Prix de Francia, décima prueba del Mundial de Fórmula 1, en el circuito de Magny-Cours. El séxtuple campeón del mundo, innovando en materia de reabastecimiento, logró ganar tras efectuar cuatro paradas en boxes, en lugar de los tres previstas, una verdadera osadía que pagó sus frutos. Por séptima ocasión en Francia –un nuevo récord–, el alemán se impuso, elevando a nueve los triunfos de esta temporada, la 79ª de su carrera, aventajando al español y a su compañero de escudería, el brasileño Rubens Barrichello. “Es cierto que el ritmo impuesto por Fernando nos sorprendió”, reconoció al terminar el séxtuple campeón del mundo. Entonces, en mi segundo parada, y en conversación radial con Ross Brawn decidimos cambiar la táctica. Era el único medio de buscar algo mejor que el segundo lugar”. De los tres reabastecimientos previstos, el alemán pasaría a cuatro (11ª, 29ª, 42ª y 58ª vueltas). Algo jamás visto en condiciones normales.