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Fue un Paseo Chevrolet
Christian Ledesma logró en Paraná la victoria que se le venía negando, y lo hizo delante de las Chevy de Bugliotti y Altuna. Marcos Di Palma no pudo llegar porque se trenzó, una vez más, con el Flaco Traverso.
Esta vez no hubo errores conductivos, al menos durante las 24 vueltas que duró la carrera, ni fallas mecánicas que le impidieran, como en otras ocasiones, cruzar la bandera a cuadros en primer lugar. Esta vez el marplatense Christian Ledesma cumplió con su trabajo a la perfección y en el autódromo de Paraná, colmado por 62 mil personas, consiguió su primera victoria de la temporada en el TC.
Además de tener el auto más rápido, también ayudó a la victoria el hecho de que el marplatense no tuviese como rivales directos a pilotos en condición de explotar su propensión a cometer errores. Tanto para Mariano Altuna como para Matías Rossi, los dos únicos pilotos que en Paraná estaban en condiciones de arrimarse al puntero del torneo de TC 2000, conseguir un lugar en el podio era un gran objetivo y por eso correrlo a Ledesma no entraba necesariamente en sus planes.
Entonces el puntero tuvo todas las libertades del mundo para aprovechar el enorme potencial de su Chevrolet e incluso luego del ingreso del auto de seguridad (por un principio de incendio en el auto de Marcos Di Palma) no tuvo inconvenientes en mantener su ventaja. “Gracias a Dios cortamos la mala racha. Perdimos cuatro carreras en las cuales estábamos en las mismas condiciones de ganar que hoy. Por eso era consciente de que si no ganaba en Paraná se me iba a poner feo”, dijo Ledesma.
La carrera por el triunfo no existió nunca, pero igualmente tuvo algunos detalles por rescatar, como las sólidas actuaciones de Marcelo Bugliotti y Ernesto Bessone y, sobre todo, la inteligente labor del local Omar Martínez, quien con un auto cargado al que el circuito no le caía bien, se las arregló para terminar quinto e irse de su provincia con la punta del campeonato.
También Paraná fue testigo de un nuevo capítulo de la serie que mantienen Juan María Traverso y Marcos y Patricio Di Palma. En la pista hubo algunos roces, todos ellos de carrera, pero después en boxes se repitió el cruce de declaraciones.
Traverso acusó a Marcos de realizar una maniobra cuestionable para superarlo y a Patricio de colaborar con Marcos, obstruyendo su marcha. Después de los toques, el Torino de Traverso salió con el escape roto y con pocas chances de seguir en carrera. “Entre los dos Di Palma me rompieron el auto. No sé qué les pasa, están histéricos, pero está claro que los comisarios deportivos no ven lo que hacen o no les conviene ver lo que ellos hacen. Pero está visto que pueden hacer algunas cosas porque traen gente”, dijo Traverso.
A Marcos Di Palma no le importaron las acusaciones: “La maniobra que hice para pasarlo fue para ponerla en un cuadro. Tendría que estar orgulloso de competir y ganarles a pilotos que tienen 25 años menos que él. Creo que no es bueno ni para la categoría ni para el público verlo tan ofuscado (a Traverso). Tiene que hacer todo para que el ocaso de su carrera sea lo más digno posible”.
Pero al terminar la carrera, el Paseo Chevrolet (tres autos de la marca en los cuatro primeros lugares) casi acaba en tragedia. Cuando a Ledesma le bajaron la bandera a cuadros, el marplatense, feliz por la victoria, disminuyó inexplicablemente la velocidad de su auto en plena recta para saludar a los integrantes de su equipo, pero Rossi también hizo lo propio, sin darse cuenta de que detrás suyo, a gran velocidad, venía Bugliotti.
Sorprendido, el cordobés intentó frenar y evitar el toque con Rossi, pero no pudo conseguirlo. Su Chevrolet impactó de costado con el auto del piloto de Del Viso, el cual chocó al Chevrolet de Ledesma, para después dar un vuelco y caer sobre sus cuatro ruedas. “Christian frenó y yo frené, Bugliotti venía más rápido y me chocó... fue un palo bárbaro.”