1 ¿Por qué Sebastien Loeb es el mejor piloto de rally del mundo? Dos argumentos objetivos lo fundamentan, aun para los que por primera vez oyen hablar de él:
a) Con la victoria en el Rally de Argentina, logró seis victorias consecutivas en el Mundial 2005: Nueva Zelanda, Italia, Chipre, Turquía, Grecia y Córdoba. Como comparación, sirve: el record de Michael Schumacher en Fórmula 1 es de siete Grand Prix consecutivos y data del 2003. Y el alemán maneja un poco...
b) Carlos Sainz, el máximo ganador de la historia del Mundial de Rally, necesitó 15 años para conquistar sus 26 triunfos. Loeb, que arrancó a correr el Mundial en 1999, ya lleva 17 victorias...

2 ¿Por qué Sebastien Loeb es imbatible? “Hombre, es que no lo sé... Habría que preguntárselo a él”, responde desconcertado Luis Moya, que fuera navegante de Sainz en la mayoría de aquellas 26 victorias y hoy es director deportivo de la escuadra Subaru. “Lo cierto es que el conjunto, el piloto, el auto, los neumáticos, es fabuloso. Ganó seis rallies consecutivos, siete de los nueve rallies del año, creo que va a ganar tres o cuatro más todavía. Lo único que puedo decir es que esperamos estar allí cuando falle... si falla.”

3 ¿Por qué Sebastien Loeb ganó el Rally de la Argentina? El alsaciano de 31 años lo tuvo todo: coche, equipo, gomas y fortuna. El motor de su Citroën Xsara se rompió antes de comenzar el rally y pudieron cambiarlo sin perjudicarlo; en la primera etapa encontró el ya famoso toro en el camino. “No fue un gran accidente –rememoró ayer–, pero cuando uno embiste un toro fácilmente puede romper el auto. Cuando vi que no se movía, traté de pasar por la izquierda, pero le golpeé la cabeza y rompí el guardabarro derecho. Tuve un poco de suerte.”
Los rivales estaban vencidos al terminar la segunda etapa: lo de ayer, entre la nieve y el hielo del Giulio Cesare y el barro de Traslasierra, fue casi anecdótico. “No derrapa, va derechito, parece que fuera a uno por hora, pero después ves los tiempos y te destruyó. Está en otra dimensión”, lo cataloga Gabriel Raies. Ganó 9 de los 22 especiales de la carrera; es el campeón y retendrá el título este año.
Marcus Gronholm, el piloto de Peugeot, hizo milagros para intentar alcanzar al francés. “El sábado, los caminos eran más anchos, rápidos y lisos, ideales para mi coche. Pero ayer estaba muy resbaladizo.” En el próximo rally, en Finlandia, será local. “No estoy presionado para nada. ¿Para qué? Si va a ganar Sebastien”, bromea con resignación.

4 ¿Por qué hay que dejar de hablar de Sebastien Loeb? Porque, si no, la nota se hace aburrida. Como no hubo abandonos importantes, Marcos Ligato terminó siendo el mejor argentino de la carrera, en la 13ª posición final. “El camino estaba muy difícil, el piso estaba congelado en partes, y yo no tenía nada por lo que arriesgar. Fue una carrera muy positiva. Me habría gustado estar entre los diez primeros, pero estos coches son muy robustos y no se rompen.” El cordobés largó la última etapa con una alegría en el corazón. Se ganó la Copa Fangio, que premiaba al mejor compatriota de la carrera: le sacó finalmente 1m18s a Luis Pérez Companc, que acabó 14º. “Estoy satisfecho, porque del viernes al domingo avancé muchísimo, aunque me faltan muchos kilómetros sobre el Ford”, dijo este último. Su navegante José María Volta confirmó a Líbero que en el polémico especial entre Ascochinga y La Cumbre del viernes, cuando Ligato se quejó de que Pérez lo había tapado, “nos pegó un autazo afuera del especial, en el enlace, de caliente”. Ayer terminaron sacándose una foto juntos...

5 Terminó el Rally de Argentina. La organización del Automóvil Club fue impecable pero, curiosamente, al cierre del complejo ProRacing le faltó calor. Se extrañan las despedidas en el estadio Chateau Carreras de Córdoba. ¿Por qué no hacer allí el superespecial del año que viene, como hace el Rally de Inglaterra en el Millenium Stadium de Cardiff?