Michael Schumacher estrenó la nueva Ferrari F-2003 en el Grand Prix de España, pero la estrella de la carrera fue el local, el español Fernando Alonso, que realizó una carrera extraordinariamente regular, condujo al límite toda la prueba y sólo faltando dos vueltas levantó el pie del acelerador para asegurarse el segundo lugar, la mejor colocación jamás conseguida por un español en la Fórmula 1.
Alonso y Renault lograron lo que los Williams-BMW no pudieron hacer, es decir ponerle las cosas muy difíciles a las F2003-GA, al mantener una presión constante sobre el vencedor. “Es el día más especial de mi vida. Segundo, y ante mi público, es un sueño maravilloso. Algo impensable hasta no hace mucho tiempo”, declaró maravillado Alonso.
“No fue fácil, y no es una sorpresa –reconoció el alemán–. Esperaba una carrera dura y difícil luego de lo realizado desde el comienzo del fin de semana por los Renault. Tuvimos algunas dificultades con los neumáticos; al principio estábamos bien, pero luego fuimos perdiendo eficacia.”