AUTOMOVILISMO Y MOTORES › PARA WILLIAMS, UNO-DOS EN NURBURGRING
El beso del triunfo
Ralf Schumacher se quedó con la victoria cuando le explotó el Mercedes del McLaren de Kimi Raikkonen. Atrás, Juan Pablo Montoya se atrevió a pasar por afuera a Michael Schumacher y lo mandó al fondo del pelotón.
Por Javier Garcia-Ochoa
Desde Nurburgring
Doblete de Williams: Ralf Schumacher se adjudicó la victoria en el Grand Prix de Europa, mientras que su compañero de equipo, el colombiano Juan Pablo Montoya, segundo, humilló al hermano del vencedor, Michael, delante de su público, con un audaz adelantamiento.
Montoya, sensiblemente más rápido que Michael Schumacher, intentó el adelantamiento en la horquilla, le ganó en la frenada al alemán, pero éste no cedió y tocó con el lado izquierdo del alerón delantero la rueda delantera derecha del Williams, y el Ferrari hizo un trompo que lo dejó fuera de la pista.
Cuando todo parecía perdido para Michael Schumacher, mientras Montoya seguía en carrera sin apenas perder tiempo, los auxiliares de esa curva lograron sacar las ruedas traseras de la cama de leca e incorporarse de nuevo a la carrera en sexta posición, con un minuto perdido.
Al final, el campeón mundial acosaba sin poder pasar al español Fernando Alonso (Renault) y sumaba cuatro puntos que le permiten aumentar su ventaja al frente del Campeonato del Mundo, y convertirse en el primer piloto en la historia de la Fórmula 1 en superar los mil puntos.
Al triunfo del menor de los Schumacher, una vez que abandonó Kimi Raikkonen por rotura del motor en la vuelta 25 de la 60 de que constaba la carrera, nadie lo puso en peligro. Primero conservó una ventaja que osciló en cinco segundos sobre su hermano mayor y luego, cuando Montoya se situó segundo, fue de unos quince segundos.
Después del triunfo de Montoya en Mónaco, de haber conseguido el segundo y tercer puesto en Canadá, con Ralf en el segundo peldaño del podio, y el doblete de Nurburgring, los pilotos de Williams-BMW se han convertido en los principales rivales de Michael Schumacher para el título mundial.
Alonso tardará en olvidar este cuarto puesto en el Nurburgring, después de un final de carrera para el infarto, en el que primero el escocés David Coulthard y luego Michael Schumacher fallaron en sus objetivos de intimidarlo y de pasarlo.
A cuatro vueltas del final, Alonso anticipó la frenada al acercarse a la chicana. La maniobra sorprendió a Coulthard, que se desplazó a la derecha para no colisionar y al poner las ruedas fuera de la pista dio un trompo que le dejó fuera de carrera.
La jornada ha sido muy negativa para McLaren-Mercedes ante su público, no sólo por la salida de pista de Coulthard sino porque el finés Raikkonen, que dominaba la carrera y podía haber recuperado el liderazgo del Mundial que perdió hace dos semanas en Canadá, tuvo que abandonar con el motor roto, en lo que fue el primer abandono de la carrera.