TENIS › DAVID NALBANDIAN CAYO FACIL ANTE MOYA
No tuvo chances
El cordobés casi no pudo entrar en juego en la final del Masters Series de Roma, ya que se encontró con un inspiradísimo rival que nunca bajó su nivel. A pesar de la derrota, el argentino quedará sexto en el ranking mundial.
Por Bill Scott
Desde Roma
David Nalbandian no pudo completar su gran semana y se quedó con las ganas de festejar el certamen. El español Carlos Moyá conquistó su tercer título de la temporada y el primero en el Masters Series de Roma al derrotar con muchísima facilidad al argentino por 6-3, 6-3, 6-1. El sexto cabeza de serie sumó el torneo que se disputa sobre la arcilla del Foro Itálico a los que ya había logrado este año en Chennai y Acapulco, y ganó su tercer título de Masters Series después de conseguir en el 2002 el de Cincinnati y el de Montecarlo en 1998, año en el que alcanzó el número uno. Para Nalbandian quedó la bronca por no haber podido romper su racha de 19 meses sin campeonatos, desde que festejó el título de Basilea, y no haber podido lograr los puntos suficientes para situarse en el quinto lugar del ranking mundial.
El español de 27 años se colocó, con este triunfo, como el tenista con más triunfos de la temporada en la ATP, ya que suma 33, uno más que el estadounidense Andy Roddick, que fue eliminado en primera ronda por Guillermo Cañas. Moyá ganó 396 mil euros al vencer en la final al argentino Nalbandian, quinto cabeza de serie, que se llevó a su vez un premio de 198 mil euros. El de Roma fue el tercer Masters Series de la temporada en tener a un argentino en la final después de Miami, donde Guillermo Coria perdió ante Roddick, y Montecarlo, donde venció el propio Coria.
Moyá exhibió un gran juego de ataque para conseguir el decimoséptimo título en su carrera. El español, que jugaba el torneo por novena vez, nunca había conseguido ir más allá de cuartos de final en Roma.
El mallorquín estuvo imparable con un gran nivel de acierto. Sumó 28 golpes ganadores, 28 errores no forzados y rompió el servicio al argentino en seis de las ocho oportunidades de las que dispuso. El español, observado desde la tribuna por su orgulloso padre y por su novia, la tenista italiana Flavia Panetta, certificó su victoria en el primero de los tres puntos del partido de los que dispuso, cuando Nalbandian estrelló su golpe en la red y mansamente se marchó fuera.
“Jugué muy bien, estoy muy contento de cómo fue todo”, aseguró Moyá. “Espero que pueda mantener esta forma para el resto de la temporada de polvo de ladrillo. No sé si es una buena señal para Roland Garros, pero eso espero”, comentó esperanzado el mallorquín.
Nalbandian, por su parte, no tuvo contestación para el potente ataque de Moyá. Desde el cuarto juego del partido, cuando Nalbandian perdió por primera vez su servicio, el partido ya tuvo un vuelco que nunca más cambiaría. Es que, a partir de ese momento, Moyá ya no dio a su oponente la más mínima posibilidad.
Luego de la contundente derrota, el cordobés prefirió elogiar a su rival en vez de hacer una autocrítica. “Jugó un gran tenis, estuvo impecable”, dijo Nalbandian. “Su partido fue increíble, sirvió muy bien y su revés fue impresionante”, argumentó el argentino, que señaló estar “un poco cansado por el largo partido del sábado de semifinales contra Albert Costa”. Además de ese juego, Nalbandian venía del desgaste que había significado derrotar en el mismo día al brasileño Flavio Saretta y al italiano Filippo Volandri. “No había mucho que hacer. Nunca tuve opción de entrar en el partido. Luché, pero fue imposible”, sentenció Nalbandian, que a partir de hoy figurará en el sexto puesto del ranking mundial, la mejor ubicación de su carrera.