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Por Sebastian Fest
Desde Atenas

Lo que empieza mal, termina peor. Las derrotas de Mariano Zabaleta y Juan Chela en la primera ronda del tenis olímpico fueron sólo el prólogo de una noticia más dura: David Nalbandian, una de las grandes esperanzas argentinas, se retiraba por lesión en el muslo izquierdo. “Pese a que lo intentó, no puede jugar”, dijo un portavoz, confirmando la nefasta seguidilla de lesiones de los argentinos. Primero fue Guillermo Coria, operado la semana pasada por una lesión en el nervio supraescapular que anticipa el final de su temporada, ya que difícilmente pueda regresar al circuito antes del 2005. Luego renunció Gastón Gaudio, campeón de Roland Garros, por una lesión en el talón. Ayer le llegó el turno a Nalbandian. Así, los tres mejores jugadores argentinos, tres de los mejores diez del mundo, quedaron afuera de los Juegos Olímpicos. Agustín Calleri jugará hoy frente al eslovaco Karol Beck.
“Sabía que Nalbandian tenía algún problema, pero me toma por sorpresa su retiro”, admitió el doctor Angel Ruiz Cotorro, médico de la Federación Española que atiende con frecuencia a los argentinos, y que no cree que la seguidilla de lesiones de los argentinos sea algo fuera de lo común: “El tenista está sometido a un nivel de exigencia enorme, y es normal que se lesione. Lo que sucede es que llama más la atención cuando le impide participar en grandes citas”.
La lesión de Nalbandian, que estuvo buena parte de la mañana y la tarde sometiéndose a masajes para intentar hasta último momento jugar, determinó también un cambio en una de las dos parejas de dobles argentinas: Nalbandian-Agustín Calleri fue reemplazada por la dupla Mariano Zabaleta-Juan Chela.
Era una nueva oportunidad para ambos, tras haber caído en su debut: Zabaleta perdió 4-6, 6-3, 6-2 con el surcoreano Hyung Taik-lee; Chela cayó 3-6, 7-6 (7-0), 6-4 con el bielorruso Max Mirnyi. Pero no la aprovecharon: cayeron 3-6, 6-3, 6-4 contra la pareja rusa formada por Igor Andreev y Nicolay Davydenko.
“Tuve mis chances de ganar el segundo set, pero me desconcentré un poco”, explicó Chela, que se quejó de las condiciones de juego. “No estoy habituado a una cancha tan rápida ni a una pelota tan chica. Es una pena, porque venía con ganas de llegar lejos, tuve un mal sorteo.” Zabaleta estaba muy molesto. “Te venden que vas a jugar en cemento y después es mucho más rápido. Parece mentira que unos Juegos Olímpicos se jueguen en una cancha como ésta.” La organización salió al cruce de las críticas. “La superficie es Deco Turf II, exactamente la misma del Abierto de Estados Unidos, y las pelotas también. Además, el árbitro general, Stefan Fransson, no recibió ninguna queja oficial.”