Por Sebastian Fest
Desde París

“¡No, por favor, hablá en inglés!”, imploró la responsable de prensa de la Federación Internacional de Tenis (ITF). Gastón Gaudio sonrió, le guiñó un ojo y cedió en su intención de pedir traducción simultánea: “Okay”. Frente a él, la sala principal de prensa de Roland Garros, el torneo que debía recibirlo como el campeón que es, y que comienza a jugarse hoy. Frente a él, unas 15 sillas ocupadas y más de un centenar vacías.
No tuvo Gaudio necesidad de hablar en inglés, porque los pocos periodistas presentes eran de habla hispana. Sólo al final un equipo de una cadena televisiva internacional le formuló un par de preguntas. Fue una curiosa imagen de la soledad del campeón, un reflejo de la escasa fe que muchos tienen en que Gaudio sea realmente candidato al título del segundo Grand Slam del año.
Inclusive él mismo, sin ir más lejos: “Si hubiese llegado a este torneo jugando con un poco más de regularidad, a lo mejor me ponía como candidato. Pero no le estoy pegando a la pelota como me gustaría”.
Gaudio llegó a París en la noche del sábado tras unos tormentosos días en Düsseldorf, en los que afloró una vez más la disputa que mantiene en todos los órdenes con su compatriota Guillermo Coria, al que derrotó aquí hace un año en una inolvidable final, y que doce meses después es más favorito que él en la conquista del título.
“Los candidatos están claros, son los mismos que pensamos todos, va a ser difícil que se meta otro. Nadal, Coria y Federer son los principales, recién después vienen los demás”, aseguró Gaudio.
Su arribo a la capital francesa estuvo lejos de las atenciones y agasajos esperables para un campeón. “Llegué igual que el año pasado, nada fue diferente. Y me quedo en el mismo hotel que en 2004, pese a que podría haber elegido uno mejor. Y en la misma habitación.”
–¿Superstición?
–¡Claro, una cábala!
–¿Se siente presionado?
–No sé... Pero vengo a competir y dar lo mejor.
–¿Ansioso?
–Sí, estoy ansioso, y es normal.
El presente de Gaudio tiene sus paradojas: ganó tres torneos en lo que va de 2005, en Viña del Mar, Buenos Aires y Estoril, pero fracasó en los grandes torneos sobre polvo de ladrillo, porque fue vapuleado por Nadal en los cuartos de Montecarlo y cayó en los octavos de Roma y Hamburgo.
Hace un año, en medio de la serie de victorias que lo llevó al título, Gaudio se comparó con un equipo de fútbol, y dijo ser el Valencia español. El mensaje era claro: no se consideraba entre los más grandes, pero estaba dispuesto a conquistar el título, tal como el Valencia hizo con la Liga española 2003/2004. La comparación no pudo ser mejor.
La sonrisa brotó en su rostro cuando se le preguntó con qué equipo se compararía esta vez. “No, el Valencia no... ¡El Villarreal, eso, soy el Villarreal este año!”
El Villarreal de Juan Román Riquelme parece cortado a la medida del Gaudio modelo 2005: lucha arriba, pero le falta un paso para luchar más alto aún, ese paso que Gaudio supo dar un año atrás, pero que doce meses después no parece seguro de poder repetir.
Debutan siete argentinos

El programa del Abierto de Francia establece que la mitad de los tenistas argentinos que participan de este segundo Grand Slam de la temporada hará hoy su presentación, de acuerdo con el siguiente orden:

6.00: Juan Mónaco-Sebastien Grosjean (Francia, 32)

10.30: David Nalbandian (10)-Marcos Baghdatis (Chipre)

11.00: Mariana Díaz Oliva-Sophie Ferguson (Australia)12.00: Gastón Gaudio (5)-Julien Benneteau (Francia)

12.00: Juan Pablo Brzezicki-Tim Henman (Inglaterra-7)

12.00: Clarisa Fernández-Tatiana Panova (Rusia)

12.30: Juan Ignacio Chela (31)- Rainer Schuettler (Alemania)

Mañana debutarán los siete argentinos restantes: Guillermo Coria (6º)
lo hará frente el danés Kenneth Carlsen, Guillermo Cañas (9º) ante el joven local Gael Monfils, Mariano Puerta contra el croata Ivan Ljubicic y el misionero José Acasuso ante el bielorruso Max Mirnyi. La pregaminense Paola Suárez (26ª) lo hará ante la rusa Anna Chakvetadze y Gisela Dulko frente a la india Sania Mirza.