“Rapidito, que me quiero ir a ver el partido”, pidió ansioso David Nalbandian apenas comenzó la rueda de prensa posterior a la victoria ante Tomas Berdych: el superclásico generaba expectativa hasta en el Masters Series de Miami, en Key Biscayne. El cordobés tuvo problemas en el arranque al ceder el primer set en el tie-break, pero finalmente derrotó al europeo 6-7 (3/7), 6-1, 6-0 para meterse en la cuarta ronda del certamen. “Al principio, él (Berdych) jugó muy bien y yo tuve muchos errores, pero en el segundo aceleré y terminé mucho mejor, ya que me siento muy bien físicamente”, aclaró Nalbandian.

El argentino, quien había vencido con susto en la segunda fase al estadounidense Paul Goldstein también en tres parciales, volvió a confrontar problemas de ajuste en el primer tramo. El cordobés empezó a levantar presión y aprovechó a fondo su primer servicio (tuvo el 72 por ciento de efectividad), así como ocho dobles faltas y 48 errores no forzados de su oponente.

Nalbandian ahora se enfrentará a otro checo, Radek Stepanek, que venció 6-7 (6/8), 7-6 (7/5), 7-5 al chileno Nicolás Massú. “Stepanek es un jugador muy sólido –opinó el cordobés–. Massú es muy bueno en polvo de ladrillo, pero no en cancha dura como aquí.” El desarrollo del argentino en los primeros sets de los partidos efectuados han puesto por momentos en peligro su estreno en este torneo del tercer lugar en el escalafón mundial del tenis, posición que le arrebató al estadounidense Andy Roddick (4º).

La auténtica sorpresa de la jornada la dio el chipriota Marcos Baghdatis, finalista del Abierto de Australia, que cometió errores propios de principiantes en la definición de su partido contra el ruso Nikolay Davydenko. Baghdatis se encaminaba a un emocionante tie-break en el tercer set del partido, ante el regocijo de los espectadores, que estaban disfrutando de un espectáculo de gran nivel. Pero el chipriota sufrió un cortocircuito mental en el momento menos indicado, y con dos dobles faltas en los dos puntos finales del partido le entregó el triunfo a Davydenko, número cinco del mundo, 2-6, 6-2, 7-5.