Además de conseguir su tercer título en lo que va del año, Juan Mónaco se convirtió en el undécimo argentino que alcanza el top-ten del ranking mundial de tenis, en una jornada que –según sus propias palabras– nunca olvidará. El tandilense derrotó en la final del ATP de Hamburgo al alemán Tommy Haas en una peleadísima final, 7-5, 6-4, y tras el partido pudo escuchar con lágrimas en los ojos las felicitaciones de su rival y de Michael Stich, el último alemán que ganó el torneo, en 1993.

Tenían preparada una fiesta completamente alemana, pero el tandilense arruinó las celebraciones. Con su victoria, Mónaco ascenderá hoy del decimocuarto al décimo puesto del escalafón mundial, por lo que llegará a los Juegos Olímpicos de Londres con su mejor ranking histórico. Quedará debajo de Juan Martín Del Potro, también nacido en Tandil. “Cambiar de superficie no va a ser fácil, pero tengo cinco días para practicar y estar con los chicos allí”, sostuvo.

Mónaco dijo estar “muy feliz”, y aseguró que recordará el torneo durante toda su vida. Después dedicó su victoria a la familia y los amigos. “Felicitaciones, jugaste un partido magnífico, te felicito y sigue así el resto del año”, fueron las palabras de un también conmovido Haas, que alguna vez fue número 2 del mundo, y que perdió la oportunidad de coronarse campeón en su propia ciudad, en el torneo donde compitió por primera vez hace 15 años.

Siempre dominado por la emoción, Mónaco, que es el undécimo argentino que ingresa al top-ten (ver aparte) y el de mayor edad (28 años) en el momento de hacerlo, se acercó a recibir el trofeo en el court central de Hamburgo, donde según su propio juicio “jugó el mejor tenis” de su carrera hasta ahora.

La consagración en Hamburgo fue la sexta para Mónaco en su carrera y la tercera de una temporada, que también lo tuvo como campeón en Viña del Mar y Houston, bajo la dirección técnica de Gustavo Marcaccio, y como finalista en Stuttgart, la semana pasada.

En una auténtica final donde se peleó punto a punto y se extendió durante dos horas, Mónaco supo aprovechar las vacilaciones de un rival poco agresivo, que parecía estar a la espera de los errores del argentino, que sólo ocurrían esporádicamente. Su juego mostró firmeza desde el fondo de la cancha, un elevado porcentaje de efectividad con su primer saque (80 por ciento) y contundencia en los puntos decisivos para desnivelar el partido.

Haas empezó con considerable ventaja y en el cuarto game del primer set consiguió quebrar el saque de su rival, poniéndose 4-1, pero el tandilense consiguió retomar el ritmo y tras igualar un 4-4 y pelear el 5-5, acabó venciendo al alemán por 7-5.

Inició el segundo set algo desconcentrado y quedó abajo 0-2, pero una vez más consiguió igualar al alemán y peleando punto a punto se quedó con el set y el torneo.

Que Mónaco haya llegado por primera vez en su vida a estar entre los diez mejores tenistas del mundo fue posible porque John Isner perdió el sábado contra Andy Roddick en el ATP 250 de Atlanta y no pudo mantener su posición.

El de ayer fue el quinto duelo entre Mónaco y Haas: en los cuatro anteriores, el argentino venció en tres ocasiones (Madrid 2007, Cincinnati 2011 y en el Abierto de los Estados Unidos, también en 2011). El alemán, que hoy tiene 34 años, lo derrotó en Estocolmo 2007.

Mónaco le había ganado el sábado un duro partido al favorito del torneo, el español Nicolás Almagro, rival especialmente difícil en polvo de ladrillo, en más de dos horas de partido, 3-6, 6-3, 6-4.

Ganador de un premio de 216.500 euros, fue el tercer tenista argentino que se coronó campeón en Hamburgo, después de Vilas (1978) y Coria (2003), dos que lo precedieron en el top-ten.