Lunes, 14 de enero de 2013 | Hoy
TENIS › JUAN MARTíN DEL POTRO, EN LA PREVIA DEL ABIERTO DE AUSTRALIA
El tandilense siente que está ante la chance de pelear por un lugar entre los mejores del mundo y, por eso, blanqueó su año sabático en la Copa Davis y cambió su estrategia de comunicación. “Quiero ser de los jugadores que luchan por los torneos importantes”, dijo.
Por Sebastián Fest
Desde Melbourne
Los grandes del tenis lo ven como el candidato a ser el “quinto tenor” de un circuito ferozmente competitivo y, ante tanta confianza, Juan Martín Del Potro abrió 2013 tomando por fin a pleno las riendas de su carrera. Es un Del Potro reloaded, un hombre que tras la conquista del US Open 2009 quiere volver a alzar un trofeo de los grandes para poner fin a la sucesión de títulos de Roger Federer, Novak Djokovic y, ahora, Andy Murray.
“Son cambios, era el momento de tomar decisiones”, señaló Del Potro durante una entrevista con la agencia DPA en Melbourne, donde anoche arrancó el Abierto de Australia. Los “cambios” y las “decisiones” de Del Potro pasaron por dos asuntos: cortar el desgaste por la falta de claridad en cuanto a si jugaría o no la Copa Davis y poner en manos de un profesional el que era hasta ahora su flanco más débil: la relación con los medios de comunicación.
“No es fácil cuando uno tiene que tomar una decisión importante. Creo que contratar a una persona para la comunicación me va a ayudar, por ahí era un poco lo que me pedían”, explicó el número siete del tenis mundial, que este mes anunció la contratación de Jorge Viale, ex periodista del diario Olé y fundador del blog de tenis fuebuena, para mejorar su imagen. “Ojalá que todo sea para sumar, que yo pueda tener el mismo perfil que tengo y todo sea lo mejor para la persona que me va a ayudar”, continuó Del Potro, cuya política de comunicación, sin responsables definidos, destacaba por lo errática en las últimas temporadas.
La decisión de renunciar a la Copa Davis durante todo 2013 fue también clave para el argentino, que buscó así frenar el desgaste generado por las evidentes tensiones con el capitán del equipo argentino, Martín Jaite. “Lo de la Davis también lo tenía que decir y comunicar para terminar con eso, porque se estaban diciendo muchas cosas y estaba hablando mucha gente. Me senté con periodistas y les transmití mis ideas y objetivos para este año. Creo que fue lo mejor”, remarcó el número siete del mundo.
Con las presiones por la Davis postergadas al menos hasta 2014 y el cuidado de su imagen en manos profesionales, Del Potro apunta ahora a los 24 años a reducir distancias con el cuarteto dominante y convertirse en el quinto grande del tenis. “Quiero ser parte de los jugadores que luchan por ganar los torneos importantes. Es fundamental ser regular, hay jugadores mucho mejores que yo, pero mi gran objetivo es acercarme a ellos, como ya hice en 2012”, aseguró.
Federer y Djokovic lo mencionan con insistencia cada vez que se les pregunta por candidatos a grandes éxitos. Y ayer el australiano Lleyton Hewitt –gran amigo de Del Potro– ignoró al suizo e incluyó al argentino en un grupo de cuatro candidatos al título en Melbourne. Los otros tres son Djokovic, Murray y el checo Tomas Berdych. “Que lo digan jugadores con los que compito diariamente es importante, saben mucho de tenis y los he enfrentado en muchísimas ocasiones”, destaca un Del Potro al que ya se le disipó el jet-lag por las 14 horas de diferencia horaria con Argentina. “Eso sí: no me lo van a regalar, no van a hacer nada para que me meta en ese grupo de los cuatro primeros, gane Grand Slam o siga escribiendo historia en el tenis. Me lo tengo que ganar con mi sacrificio y mucho entrenamiento, y esperar el momento como ya pasó”, se esperanzó.
La meta de Del Potro en 2012 es ganar su segundo torneo de Grand Slam, pero el argentino asegura que, si no lo logra, no sentirá que el año fue un fracaso. “En 2012 no gané un Grand Slam, pero terminé siete y gané una medalla olímpica, que no muchos la tienen. Eso nadie me lo va a sacar. Este tipo de torneos es donde mayor esfuerzo haré en el año, pero si no se da, como viene pasando en los últimos 30 y pico de Grand Slam (los torneos), quedarán en manos de ellos”, dice en referencia al cuarteto dominante.
Impactado aún por un mural propio de una leyenda del “rap” que le dedicaron recientemente sus vecinos en Tandil –“fue muy emocionante, me sentí muy orgulloso en la ciudad que más me gusta del mundo”–, Del Potro evidencia tener muy bien estudiados a sus rivales. “Me gustaría tener el juego de red de Federer, que es muy bueno, tiene muy buena volea y sabe cubrir la red. También la solidez de Djokovic, que es admirable, y el drop y el cambio de efectos de Murray, algo que estoy practicando y vendría muy bien para mi juego.”
Y mientras espera el regreso del español Rafael Nadal tras una larga ausencia por lesión –“va a ser como una revolución”–, Del Potro demuestra que en su mente y su corazón de tenista sigue aún muy fresca la noche de septiembre de 2009 en que conquistó el Abierto de Estados Unidos: en el bolso que lo acompaña por todo el planeta hay un objeto muy especial, la raqueta con la que ganó aquella final ante Federer. “Es con la que jugué el quinto set, y sigue viajando conmigo.” ¿Apela a ella en los cambios de lado, la toca para ganar confianza? “No, no, ni pienso en ella. Pero así como tengo la copa en mi casa, también tengo la raqueta, que viaja conmigo. Me acompaña y todavía no la volví a usar.”
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