Por A.D.

Su regreso al fútbol argentino seguramente no fue el que soñó. Después de su partida de Boca para desempeñarse en Inglaterra, España e Italia, el defensor Nelson Vivas arribó en julio pasado a River para finalizar su carrera en un equipo repleto de estrellas. Por diferentes motivos, especialmente futbolísticos, el equipo de Núñez está realizando una pobre campaña en el torneo local, y sólo tiene como objetivo inmediato la devaluada Copa Sudamericana. Precisamente, el último jueves, por el torneo continental, Vivas fue el blanco del fastidio de los hinchas, que lo tradujeron con silbidos ante cada intervención del experimentado lateral derecho. Ese pudo haber sido el punto culminante para que el jugador elija retirarse del fútbol en las próximas horas.
Si bien el jugador mantiene el hermetismo sobre su decisión, en el transcurso de esta semana haría el anuncio oficial. Luego del triunfo ante Libertad de Paraguay –Vivas sólo jugó el primer tiempo–, el jugador le habría comunicado su decisión al director técnico Manuel Pellegrini, que el viernes pasado le trasladó la resolución a los dirigentes. De todas maneras, los directivos intentarán revertir esa medida, y le habrían recomendado que lo pensara durante el último fin de semana, para que el ex Boca pueda cumplir su contrato, que vence a mediados del año próximo. Según allegados al jugador, “él quería terminar su carrera en Quilmes, pero ya no tiene motivación ni para eso”. Vivas ni siquiera concentró.
Desde su llegada al país, Vivas fue convocado nuevamente a la Selección Argentina para disputar los dos primeros encuentros por las Eliminatorias, ante Chile y Venezuela, y tenía chances de volver a ser citado por Marcelo Bielsa. El defensor no jugó el último Mundial debido a una rotura de ligamentos, a poco más de dos meses de iniciar la competencia.