Por Omar Lavallen

Quizá para él, como para muchos de sus compañeros, participar en los Juegos Olímpicos de Atenas será el último desafío que afrontará una camada brillante de basquetbolistas. Por eso, Emanuel Ginóbili disfruta este momento y reconoce que se siente orgulloso de que a la Argentina se la considere como una de las candidatas para quedarse con una medalla, aunque aclara que la empresa no será nada fácil.
“A mí me pone contento que nos consideren como candidatos, me llena de orgullo. Pero me parece que se exagera un poco cuando se dice que podemos ganar el oro o la plata. Sabemos a qué vamos, pero por más que seas considerado como un candidato firme, nada te asegura una medalla. El nuestro es un grupo muy parejo y, de acuerdo con las circunstancias que se pueden dar durante el torneo, podés terminar sexto o séptimo”, afirmó Ginóbili.
Si la chapa ganada por la Argentina en el último Mundial y en el torneo Preolímpico no fuera suficiente, la baja de las máximas estrellas de la NBA y de las figuras de la selección de Serbia y Montenegro parecieran potenciar aún más las chances para llegar bien alto.
“Uno empieza a pensar que nuestras posibilidades aumentan. Si antes teníamos un diez por ciento, ahora podremos tener un treinta. O un poco más también, por decir un número. Pero no tenemos que ir pensando en el oro. Sería muy soberbio de nuestra parte. Debemos ir humildes como hasta ahora fuimos a cada campeonato que jugamos”, afirmó.
Respecto del grupo en el cual participará la Argentina, Ginóbili asegura: “Lo analicé y el que nos tocó fue un buen grupo, no nos podemos quejar. En los Juegos Olímpicos, los equipos se dividen en dos grupos y te va a tocar jugar con todos. En nuestra zona no están los Estados Unidos, pero tenés a Serbia y Montenegro y España, que son buenos equipos”.
Pero, más allá de hablar de los rivales, Ginóbili también habla del equipo, de ese grupo que en los últimos años le hizo vivir al básquetbol argentino, con el subcampeonato mundial y el segundo lugar en el Preolímpico de Puerto Rico, su hora más gloriosa.
“La base del equipo está y la tenés que mantener, por la forma de juego, la filosofía y porque nos conocemos, pero yo no soy de los que dicen que tienen que ir los doce jugadores. Si hay alguien que no estuvo en el proceso anterior y ahora la está rompiendo, lo tenés que poner”, manifestó el bahiense.
A la hora de preguntársele por la importancia que tendrá el retorno el grupo de Hugo Sconochini (capitán del equipo que jugó el Mundial de Indianápolis), afirmó: “Nos puede aportar liderazgo, optimismo. El año pasado faltó un tipo como él, lo extrañamos. Creo que es el más experimentado para ser el nexo entre los jugadores y el cuerpo técnico. A Hugo lo defino como un ganador”.