LOS DE MENOTTI ROMPIERON LA MUFA ANTE NEWELL’S Y SON UNICOS PUNTEROS
Central, en tarde perfecta
Rosario Central rompió la racha negativa de más de dos décadas en el Parque Independencia y no sólo ganó con justicia sino que accedió a la punta en soledad. Figueroa en el primer tiempo y Arriola sobre el final convirtieron los goles. Fue expulsado Liendo y Baldassi, de buen arbitraje, le anuló un gol a Lagorio por offside.
Por Alejo Diz
Desde Rosario
Rosario Central continuó su marcha con buen fútbol, esta vez por el Parque Independencia, y barrió con una racha de 22 años sin triunfos en el Coloso. Además, se premió con la punta del torneo Apertura. El equipo de Menotti ganó con sobriedad e imponiendo diferencias de estilo a pesar de que era Newell’s el que estaba enfrente. Y sólo le faltó un gol para ganar por goleada, como más le gusta en este torneo. Los canallas fueron a jugar al fútbol al Parque y sus juveniles protagonizaron una de las tardes más felices que recuerden los canallas en los últimos años. Es que Central le ganó a Newell’s en su cancha tras más de dos décadas donde sufrió derrotas y toleró los festejos leprosos. Desde 1997 que Central no le ganaba a Newell’s. Y desde 1980 no lo hacía en el Parque Independencia. Estos datos estadísticos seguramente no le quitaban el sueño al Flaco Menotti. Los suyo no es una cuestión cuantitativa; lo suyo siempre fue una estimación cualitativa. Y ayer Central volvió a señalar que tiene cualidades para hacer añicos los pesados antecedentes que arrastraba.
Central, que quedó puntero en la tabla, fue canalla en tanto hizo maldad sin hacer daño. Porque jamás se entreveró en algunas de las escaramuzas que lo invitaba el rojinegro y se tomó su tiempo para afianzar las piezas antes de poner su maquinaria en funcionamiento.
Sin embargo, el equipo de Menotti es previsible. Porque tiene esa cualidad de que todos saben lo que va a hacer y por ahora nadie sabe cómo hacer para evitar que lo haga. Así de raro, así de simple. Y Newell’s lo sufrió toda la tarde.
Luego de que Castellano le sacara un mano a mano a Sacripanti, y a partir de que Daniel Quinteros hizo pie en el mediocampo, los minutos que corrían iban alimentando los tiempos de Central. Eran los tiempos que se tomó para probar con Pino por la izquierda, Marcelo Quinteros por la derecha y Mandra apurando defensores en área rival.
El equipo de Zamora era una coraza defensiva que obturaba las virtudes de Manso y que no logró liberar el apetito de sus delanteros. Y con un Central que no le respondía a su fricción, se quedó casi sin rival con el que jugar. Mientras, Central jugaba a jugar con él.
Fue tan previsible el canalla que antes de su primer gol pronosticó su conquista con dos tiros en el travesaño. Uno de Daniel Quinteros de tiro libre y otro de su homónimo Marcelo con un zapatazo desde afuera del área. Y en uno de tantos avances rojinegros, Central edificó una contra pulverizadora: De Bruno abrió a la izquierda con precisión, la tomó Rivarola y sacó un centro al área que interceptó Figueroa con un frentazo goleador. Y Liendo complicó a su propio equipo al hacerse expulsar sobre el final del primer tiempo por pegarle un cabezazo a Rivarola.
En el complemento, a Menotti se le despertó su recóndito sentido de la precaución. Demoró en meter a César Delgado para liquidar el partido, como hizo con otros rivales, e inconscientemente condenó al equipo a una postura cautelosa. Sólo por ello Newell’s logró tutearse con el empate. Los leprosos fueron con desorden y atropellando lo que tuvieran enfrente. La fortuna pareció guiñarles un ojo cuando marcó Lagorio de cabeza, pero el línea advirtió el fuera de juego.
Desde ahí Central empezó a saborear un triunfo añorado por años hasta que lo reencontró cuando Arriola empujó al fondo un pase atrás de Delgado. Un triunfo clásico que hizo historia.
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