Las perspectivas no eran las mejores. River venía de sufrir dos derrotas consecutivas, y arrastraba todo el dolor de saber que dejó escapar un campeonato puramente por cuestiones propias. Para colmo, como Boca tenía la posibilidad de llegar a la cima de la tabla –lo que más tarde no sucedió–, se decidió que el equipo se despidiera de este torneo jugando como local por la mañana, para evitar una posible reacción de los hinchas en contra de los hinchas. Precisamente, cuando se esperaba poca respuesta del público, el estadio Monumental tuvo un marco aceptable para ver a un plantel que no logra esquivar la intrascendencia en la que se encuentra sumergido. Más allá de que ayer volvió a sumar de a tres, el juego de River sigue sin aparecer en este final de temporada.
Después de los insultos y las reprobaciones que recibieron los jugadores y el técnico en la última presentación en Núñez, ante Lanús, los simpatizantes sólo se dedicaron a apoyar a sus jugadores, y a desearle un mal desenlace a su máximo rival. Seguramente, ahora la ilusión de los hinchas está centrada en la Copa Libertadores de 2003. Y para ello, en River continúan circulando nombres de los jugadores que tendrían alguna posibilidad de sumarse al club: a Michelini, Bastía, Bassedas y Carignano ahora se agregaron Lussenhoff y Pusineri. Pero también hay algunos que podrían despedirse el mes próximo, y entre ésos se encuentra el goleador Esteban Fuertes, que podría regresar a Colón.
Pero uno de los pocos atractivos que tuvieron en la mañana de ayer los hinchas locales fue presenciar el debut de Oscar Ahumada, de 20 años, que lentamente se fue convirtiendo en la figura del partido. Surgido de las inferiores, y campeón mundial juvenil el año pasado, Ahumada mostró mucho criterio para ubicarse en la zona media, y se encargó de interceptar el juego ofensivo de Olimpo. Teniendo en cuenta la relación distante entre el entrenador Manuel Pellegrini y el experimentado Leonardo Astrada, el juvenil puede convertirse en el nuevo volante central. Otro que también hizo su aparición ayer fue el delantero Gastón Fernández, de 19 años, quien se movió por el sector izquierdo del ataque y dejó síntomas de que puede afirmarse en el futuro.
Una vez más, parecía que River aplastaría a un frágil conjunto bahiense, sobre todo cuando a los tres minutos Fuertes marcó el primer gol luego de conectar un centro de Zapata; y cuando a los 30 minutos de la primera parte aumentó con un tanto de Cavenaghi, que empujó la pelota con el muslo después de un centro de Luis González desde la derecha. Sin embargo, Olimpo le fue perdiendo el respeto a River y así comenzó a acercarse a Comizzo. El arquero detuvo un remate de Carrario en una buena jugada combinada, y más tarde probaron con remates el colombiano Pacheco y Mas.
En la segunda etapa, Olimpo tuvo más chances de descontar. Desagastizábal no pudo convertir a los 58 segundos, y entre Luis González y Comizzo evitaron el gol en la línea. Después Comizzo sacó por arriba ante Mannara, y luego Domínguez estrelló un cabezazo en el travesaño. Finalmente el gol de Olimpo llegó a los 25 minutos, cuando Bustamante definió entrando por el segundo palo, luego que Comizzo dudó en la salida. En el descuento, Carrario se perdió el empate al tirarla por arriba.
River terminó confundido y en forma deslucida. Casi como todo el segundo semestre de este año.



Cancha: River.
Arbitro: Gustavo Bassi.
Goles: 3m Fuertes (R), 30m Cavenaghi (R), 70m Bustamante (O).
Cambios: 35m L. Aguirre (5) por Vivaldo (O), 45m Desagastizábal (6) por Pietravallo (O), 65m G. Fernández por Fuertes (R), 70m Astrada por Zapata (R), 77m Delorte por Mas (O) y Barrado por L. González (R).