River volvió a respirar a mediados de este año, después de una verdadera odisea por la Primera B Nacional. Y para lograr ese título que quedará marcado a fuego hubo un hombre que intervino de manera directa. David Sergio Trezeguet fue uno de los puntales principales para que la entidad de Núñez recuperara su lugar en la máxima categoría. El delantero nacido en Ruán, Francia, el 15 de octubre de 1977, llegó para encaminar a un plantel que no podía consolidarse, y en sólo seis meses pudo conseguir el anhelado ascenso. El jugador regresaba al país luego de un exitoso paso por Europa, con un título mundial y una Eurocopa en sus vitrinas, para desempeñarse en la institución de la cual es hincha.

El 20 de diciembre del año pasado fue la fecha de la presentación y quedaba claro que el presidente Daniel Passarella apostaba todo a la categoría de Trezeguet para recuperar la identidad. El plazo del vínculo es de tres años y medio, aunque las dudas sobre su estado físico y algunas cuestiones personales ponen un interrogante acerca de si podrá cumplirlos.

Trezeguet marcó su primer gol oficial frente a Independiente Rivadavia y permitió que su equipo ganara 3-0. En la siguiente jornada volvió a convertir, esta vez ante Desamparados. El franco-argentino marcó su primer doblete con la camiseta de River frente a Defensa y Justicia en un empate en tres. Después marcó ante Deportivo Merlo, Ferro (dos), Instituto, Gimnasia (J). Su tercer doblete fue frente a Atlético Tucumán.

El 23 de junio pasado, en la última fecha de la Primera B Nacional, con una gran asistencia de Rogelio Funes Mori, Trezeguet convirtió dos goles para sellar una victoria 2-0 frente a Almirante Brown, y de este modo coronarse campeones y desatar el festejo enloquecido de todos los hinchas. El 5 de agosto pasado hizo su debut en la Primera División ante Belgrano, en el estadio Monumental, donde River perdería 2-1. Trezeguet marcaría su primer gol en la categoría ante Newell’s, después de una sequía de 379 minutos sin convertir y donde el partido terminaría empatado en tres. Su sueño de jugar un superclásico fue cumplido el 28 de octubre, pero su desempeño fue para el olvido, y esa imagen fue la última que entregó en este 2012 que se despide.