Ediciones Al Arco, el primer y único sello de la Argentina dedicado exclusivamente a la “literatura deportiva”, cumplió una década de existencia en la que, con casi 80 títulos, se convirtió en una referencia ineludible del género y ayudó a consolidarlo. Fue a inicios de 2004 cuando Al Arco vio la luz con De puntín, una antología de 11 cuentos con prólogo del ex futbolista y DT Jorge Valdano, ilustraciones del inolvidable Roberto “Negro” Fontanarrosa y contratapa del escritor uruguayo Eduardo Galeano. “Son 11 –decía allí Galeano–. Juegan con palabras, en cancha de papel. Cada cual se luce según su maña y su manera, pero los 11 forman, juntos, un lindo equipo. Ojalá encuentren la hinchada que la buena prosa, como el buen fútbol, merece.” En efecto, el libro –y paulatinamente el sello mismo– fue encontrando una respuesta extraordinaria no solamente entre el público de los lectores, sino también entre los autores. “Si existe un boom o un afianzamiento de la llamada literatura deportiva o futbolera, en gran medida responde al surgimiento en el mercado editorial de Al Arco”, reflexionaba días atrás el periodista y escritor platense Walter Vargas, con cuatro obras dentro del catálogo del sello: Del diario íntimo de un chico rubio, Fútbol delivery, Cambios de frente y Equipos cortos. Dirigida por los periodistas Marcos González Cezer y Julio Boccalatte, Al Arco permitió el debut literario de muchos autores. En su lista de títulos aparecen los nombres de Gustavo Grabia, Ariel Scher, Pablo Vignone, Ariel Greco, Julio Ernesto Vila, Guillermo Knoll, Gustavo Yarroch, Cristian Garófalo, Cristian Grosso y tantos otros. También posibilitó el ingreso al mundo de las letras de dos ex futbolistas: Facundo Sava (luego DT de San Martín de San Juan y Unión) y Juan Manuel Herbella, hoy ya consolidado como columnista y comentarista en medios gráficos y audiovisuales.