ARGENTINA POTENCIA:EL EQUIPO DE BIELSA FUNCIONA Y ADEMAS DA PLATA
La Selección, una joyita
Toquemos madera: ya en plena cuenta regresiva del Mundial, el equipo de Bielsa es una de las pocas cosas que funciona en este país: produce dinero –y mucho– para la AFA; es
previsible en el buen sentido y da pretexto para sentirse orgullosos en medio de tanta malaria.
› Por Gustavo Veiga
En el raleado cofre de alhajas que aún le quedan al fútbol argentino, la Selección Nacional es la última joya. Porque reluce como equipo, porque genera divisas cuando en la Argentina escasean y, sobre todo, porque tiene un valor intangible que se proyecta en el tiempo: a medida que se acerca el Mundial, la expectativa depositada en el plantel conducido por Marcelo Bielsa lo eleva al papel de gran candidato. Eso significa, desde una visión acotada al juego, un motivo para sentir orgullo, entendido en los términos que acaba de expresarlo Jorge Valdano desde España: “Estos jugadores, por la situación tan especial que vive el país, se sienten representantes de algo más que del orgullo futbolístico y eso también puede producir algún efecto positivo”. Las únicas dificultades que condicionan al técnico en la actualidad están constituidas por una serie de lesiones que descartaron o demoraron la participación de varios jugadores en la preparación hacia el torneo de Corea y Japón. Desde ahora y hasta el debut frente a Nigeria –el 2 de junio en Ibaraki–, el Seleccionado convivirá más en diferentes países de Europa y sobre los aviones que en Buenos Aires.
En casa con videos
El propio Bielsa ni siquiera se plantea una presencia frecuente en el predio que la AFA posee en Ezeiza, debido a que optó por analizar videos en su hogar de Rosario o en el campo que posee en Alcorta. Además, mientras el seleccionador –como alguna vez se denominó a sí mismo porque sólo podía elegir futbolistas y disponía en cuentagotas de ellos– diagrama bosquejos apoyado en las 7500 cintas que guarda en sus anaqueles, sus colaboradores no descuidan detalle. Han estado junto al afligido Nelson Vivas, hoy convaleciente de una operación de ligamentos en su rodilla derecha que lo marginó del Mundial, como siguen de cerca las tribulaciones que inquietan a Gabriel Batistuta, suplente en la Roma y, acaso, en su peor temporada de las diez que lleva en Italia.
Ante las barreras de silencio que ha levantado el técnico a su alrededor –no está previsto un contacto con la prensa en la Argentina, por ahora–, se torna una tarea azarosa la obtención de información de primera mano. No obstante, hay personas que conocen a Bielsa muy bien y todas coinciden en un punto: es casi imposible que modifique su habitual sistema de juego 3-3-1-3 y resulta improbable que sorprenda con una convocatoria impensada en la fecha fijada para entregar la lista definitiva de 23 jugadores. Al rosarino le evitaron una situación embarazosa las autoridades de la FIFA; no deberá dar a conocer una nómina previa de 35 convocados el 30 de abril, porque se anuló este requisito. De ese modo, él y sus 31 colegas queorientan a las selecciones clasificadas no pasarán por el trance de desafectar a 12 futbolistas.
Las elucubraciones con respecto a lo que ocurrirá diez días antes del Mundial –cuando Bielsa entregue la bendita lista– hoy no tienen demasiado sentido. Las graves lesiones que soportaron Diego Simeone primero y Vivas después desaconsejan cualquier ejercicio especulativo. Por fortuna para el técnico y sus compañeros, el capitán de la Selección está a punto de reaparecer y, como ya se informó, el lateral del Inter se perderá el certamen. Hay certezas de convocatorias, como existen indicios de que se continúa observando con detenimiento a ciertos jugadores. El mejor ejemplo es Claudio Caniggia. El delantero juega en un fútbol de tercer orden, como el escocés, pero fue seguido por el técnico y citado por segunda vez consecutiva para el amistoso ante Camerún, que se disputará el 27 de este mes en Ginebra, Suiza. Ayer, además, convirtió dos goles en el triunfo de los Rangers sobre Air United que significó para su equipo la obtención de la Copa de Escocia.
Los unos y los otros
“La base está”, aquella frase acuñada por Héctor Veira, bien podría aplicarse al Seleccionado. Germán Burgos; Nelson Vivas, Roberto Ayala y Walter Samuel; Javier Zanetti, Diego Simeone y Juan Pablo Sorín; Juan Sebastián Verón; Ariel Ortega, Hernán Crespo o Gabriel Batistuta y Cristian González, son los que más jugaron durante las eliminatorias. Descartado Vivas, todo indica que Mauricio Pochettino sería su reemplazante. Pero, además de que no se definió al stopper que cubrirá el sector derecho de la defensa, resta saber por quién se inclinará Bielsa para ocupar el centro del ataque.
La disyuntiva, en este caso, dispara una polémica por la calidad de los recursos futbolísticos y no por su escasez. Crespo y Batistuta, más allá de que atraviesan actualidades diferentes, son dos goleadores que desearía tener cualquier técnico en su selección. Y, aunque sus trayectorias les otorgan ciertas inmunidades, continuarán despertando más de una discusión, como ha sucedido hasta ahora. Sin embargo, cabe reconocer que este asunto quizá no perturbe tanto a Bielsa como a la prensa y al público. El técnico tal vez ya decidió quién será el titular. Enrique Macaya Márquez, uno de los periodistas que más lo conoce –su hijo Gabriel trabajó junto a Bielsa como preparador físico en Vélez–, sostiene que “él está convencido de lo que hace. La imagen que da, de un hombre que no para de caminar al costado de la cancha, es de un nerviosismo circunstancial”.
El otro punto no saldado es el del arquero. Cinco componen la nómina inestable que ha convocado el conductor del Seleccionado. Germán Burgos, de no mediar un contratiempo físico o una baja acentuada de su rendimiento en el Atlético Madrid, es el candidato a ocupar el arco durante el Mundial. Pablo Cavallero y Roberto Bonano –quien acaba de recuperar la titularidad en el Barcelona– serían las alternativas más firmes. Detrás parecen estar Diego Sebastián Saja y Gustavo Campagnuolo.
Bielsa cuenta con Diego Placente, José Chamot, Roberto Sensini, Facundo Quiroga, Fabricio Coloccini y hasta con Diego Crosa como variantes defensivas a los titulares. Este último nunca fue convocado durante las eliminatorias, pero es un futbolista que el entrenador conoce muy bien y hasta lo habría recomendado para jugar en su anterior paso por Vélez. A los cuatro inamovibles del mediocampo se deben agregar, con chances de ir al Mundial, Matías Almeyda, Pablo Aimar, Marcelo Gallardo, Gustavo López, Claudio Husain, Santiago Solari, Lucas Castromán, Esteban Cambiasso y, el más requerido entre quienes no tienen asegurado un puesto en la lista de 23, Juan Román Riquelme.
Por último, si se descuenta que Batistuta, Crespo, Ortega y el Kili González cubrirán cuatro plazas, restaría saber quiénes se quedarán conuno o dos lugares más: Claudio Caniggia, Claudio López, Julio Cruz y Javier Saviola aún continúan bajo la lupa de Bielsa.
Dos semanas antes del torneo, o quizá antes, el plantel se reunirá en Europa para iniciar la travesía hacia Tokio. La AFA ya recibió dos invitaciones para utilizar las instalaciones deportivas del Paris Saint Germain o de la Lazio. Pero la escala final se hará en el predio llamado Japan Village –el mismo que utiliza la selección nipona–, donde la Argentina se hospedará durante el Mundial. Ubicado a tres horas de Tokio, los colaboradores del técnico que estuvieron allí lo compararon por su aislamiento y tranquilidad con el complejo de Ezeiza. El único escollo que le plantea a Bielsa la rígida organización japonesa es que, para evitar percances de último momento, cada seleccionado deberá estar en la sede de su respectivo partido el día anterior a las 16.
Dólares a futuro
Es evidente que, en vísperas de un Mundial, también aumentan las expectativas económicas de la AFA. El motor de esos cálculos optimistas es el equipo que ganó las eliminatorias con doce puntos de ventaja sobre Ecuador, el segundo clasificado. Si observamos hacia atrás, en el período comprendido entre el 1º de julio de 2000 y el 30 de junio del año pasado -correspondiente al último balance de la AFA–, la actividad de la Selección arrojó 3.109.110,14 de pesos de superávit, cuando todavía regía la convertibilidad. Esa suma estuvo por encima de las ganancias globales obtenidas por la asociación que preside Julio Grondona.
La proximidad del torneo que la Argentina comenzará jugando contra Nigeria, Inglaterra y Suecia en el denominado “grupo de la muerte” induce a refrescar otras cifras. Si la Selección candidata al título mundial generó ingresos por 15.424.329,76 en el último ejercicio contable (sólo por partidos), el que finalizará el 30 de junio próximo proporcionaría dividendos ligeramente superiores, sin contar la publicidad. La estimación corre por cuenta de la propia AFA, que presupuestó recursos por 22.750.000. Los números figuran en su memoria y balance: 8.998.000 por competencias de la selección, 7.498.000 por eliminatorias y 6.254.000 por el aporte de los cinco sponsors, Visa, Coca-Cola, Quilmes, Carrefour y Adidas.
Las cantidades han sido fijadas en pesos, aunque en rigor la Asociación del Fútbol Argentino recauda los ingresos provenientes de la FIFA en francos suizos, luego convertidos en dólares. La devaluación, mientras la Selección obtenga divisas, juega a favor de la AFA que, de ese modo, licua la mayoría de sus compromisos asumidos en la depreciada moneda nacional. Una situación que explica por qué Marcelo Bielsa y sus jugadores tienen y, no por voluntad propia, la clave para resolver durante el próximo Mundial una ecuación que no es sólo futbolística. Si acceden a la final del torneo, los beneficios se multiplicarán.
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